El presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, se ha sentido como en casa ante los empresarios asistentes a la XXXII Reunión del Círculo de Economía que se celebra en Sitges (Barcelona). Ha hablado ante el auditorio en 11 ocasiones seguidas y les tiene tomada la medida, por ello no ha dudado en centrar el discurso de este año en el gran temor de los ejecutivos: que Podemos llegue al Gobierno.
Con las palabras de Pablo Iglesias aún en la mente de los participantes y en modo campaña, el líder del PP ha alertado de que el próximo 26 de junio los españoles solo podrán elegir entre dos modelos económicos: "El de los que sostenemos que España crecerá vigorosamente y de forma sostenida en los próximos años, gracias a la mejora de nuestra posición competitiva" y "el de aquellos que consideran que España crecería mejor gastando más y endeudándose cuanto fuere necesario".
Arenga contra Podemos improvisada
Rajoy ha improvisado una arenga contra la "demagogia barata" de Podemos, personalizada en las figuras de las alcaldesas de Barcelona y Madrid, Ada Colau y Manuela Carmena. Precisamente, las dos políticas cuya gestión había reivindicado Iglesias como aval de Podemos para inicarse en las tareas de gobierno.
"Aprobar una moratoria en el sector hotelero daña la economía, quitar la legitimidad a los entes públicos-privados en el turismo daña la economía, limitar las terrazas y promover un sindicato de manteros hace daño a la economía; filtrar los sueldos de las personas que hacen huelga también hace daño a la economía y frenar el proyecto de Chamartin es un gravísimo error, la demagogia barata hace muchísimo daño a la economía. Algunos acontecimientos como hemos visto aquí [en alusión a los incidentes en el barrio barcelonés de Gràcia] también", ha afirmado.
Más reformas
El presidente en funciones ha dedicado buena parte de su intervención a advertir de los riesgos que supone no dar continuidad a su gestión económica, el único aval para que "la economía española prospere y se siga creando empleo".
Ha pedido en varias ocasiones mantener e incidir en las reformas iniciadas en la última legislatura. Ha recordado la crisis que tuvo su punto culminante en 2012 y ha hecho alusión a los "sesudos análisis" que distinguían entre los "insolidarios del norte" y los "rezagados del sur".
Por ello "había que empezar a poner en orden nuestras cuentas y negociar en Europa un margen de flexibilidad para cumplir nuestros compromisos", así como una serie de "reestructuraciones y saneamientos del sistema financiero".
Situación de 2011
Rajoy ha sacado pecho de su "eficacia" en la gestión económica, pues a pesar de los ajustes, se ha aumentado el gasto en pensiones y política social.
"Cuesta incluso recordar aquella calamidad que nos encontramos en 2011", ha dicho. "Si conservamos las mismas directrices económicas, España crecerá y recuperará los niveles previos a la crisis", no así "si abandonamos las directrices que nos han guiado hasta la fecha y que nos han permitido sentar las bases de un modelo económico equilibrado y sólido".