Encuentro en La Moncloa entre el secretario general del PSOE y el presidente en funciones (Imagen de archivo).

Encuentro en La Moncloa entre el secretario general del PSOE y el presidente en funciones (Imagen de archivo).

Política

Rajoy rechaza un 'cara a cara' con Sánchez y propone un debate 'a cuatro'

El PP cambia la estrategia de la anterior campaña electoral y trata de utilizar a Podemos como arma para desgastar al PSOE

25 mayo, 2016 17:14

El PP ha rechazado la propuesta del PSOE para que sus respectivos candidatos a la presidencia del Gobierno en las elecciones del 26J, Mariano Rajoy y Pedro Sánchez, se enfrenten en un 'cara a cara' durante la campaña, y ha apostado por un debate 'a cuatro' junto a Pablo Iglesias (Unidos Podemos) y Albert Rivera (Ciudadanos).

Así lo ha propuesto formalmente este miércoles del Comite de Campaña del partido, según ha trasladado el vicesecretario de Comunicación del PP, Pablo Casado.

Al contrario que en la campaña del 20D

Para rechazar el 'cara a cara' entre Rajoy y Sánchez, el dirigente popular ha argumentado que el debate 'a cuatro' es el que "representa la pluralidad" del Parlamento resultante del 20D, y es la "mejor" fórmula para contrastar programas, hacer balance y defender "expectativas y planes de futuro para el país".

Cabe recordar que en la pasada campaña electoral Rajoy sí participó en un 'cara a cara' con Sánchez pero no lo hizo en el debate a cuatro con los líderes del PSOE, Podemos y Ciudadanos, puesto que en este segundo caso fue la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, la que representó al PP.

Podemos como arma contra el PSOE

Pero Casado ha ido más allá y ha puesto en duda que, en un hipotético debate 'a dos', el rival de Rajoy debiera ser Sánchez. "Habría que evaluar quiénes serían esas dos fuerzas; esas dos fuerzas que las encuestas reflejan con mayor importancia de cara a los próximos comicios", ha señalado en alusión al posible adelanto de Unidos Podemos al PSOE.

Todo apunta a que el PP trata de desgastar al PSOE con Podemos, en la batalla fratricida que ambos partidos afrontan por hacerse con la hegemonía de la izquierda.