El gobierno municipal ha atemperado el populismo de Ada Colau hasta el punto de tener que negociar préstamos con entidades bancarias. Prometió que nunca lo haría, pero gestionar un ayuntamiento como el barcelonés ha supuesto para la activista un baño de realidad. Y ahora se ve obligada a pedir un crédito de 122 millones.

En marzo de 2015, el gobierno de Xavier Trias aprobó la refinanciación de un préstamo de 138,4 millones con la finalidad de alargar los vencimientos. Para ello, se convocó un concurso al que se presentaron diversas entidades bancarias, pero antes de que se procediera a la adjudicación, que según CiU hubiera supuesto un ahorro de 9 millones de euros, se produjo el cambio de gobierno.

No pagar intereses

El equipo de Colau anunció que no refinanciaría ese crédito y que lo daría por amortizado, con el propósito de que el Ayuntamiento “sea más independiente de las entidades financieras y disponer de más recursos en los próximos años para destinar a la ciudadanía, y no pagar los intereses a los bancos”, según manifestó el primer teniente de alcaldes, Gerardo Pisarello, en la Comisión de Economía celebrada en noviembre de 2015.

Sin embargo, la elaboración de los presupuestos municipales, más azarosa de lo previsto debido a la resistencia de la CUP, ha obligado a Colau a envainarse sus soflamas antibancarias y acudirá a los bancos para financiar parte de la ampliación de 275 millones de euros que contemplan las cuentas prorrogadas. De esta cifra, 153 millones se pagarán con el remanente de tesorería, mientras que otros 122 millones procederá de créditos bancarios.

A juicio de la concejal de CiU, Sonia Recasens, con estas disposiciones financieras “quedaremos más endeudados, menos solventes, perderemos caja y quedaremos tutelados por la Generalitat”. Los presupuestos han sido finalmente aprobados con el apoyo de ERC, CUP y PSC, que en breve oficializará su entrada en el gobierno municipal, donde gestionarán áreas económicas.

La PAH quiere más presión a los bancos

Se da la circunstancia de que, hace varias semanas, los antiguos compañeros activistas de Colau, exigió a la alcaldesa más dureza con los bancos. La Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) emitió un comunicado en el que aplaudía la gestión de la alcaldesa en materia de derecho a la vivienda, pero la instaba a presionar más a los bancos, si bien se felicita por algunos pasos dados por el consistorio emplaza a la alcaldesa a ser más dura con las entidades bancarias. “Instamos al ayuntamiento a aplicar la cesión obligatoria sobre todos los pisos vacíos. No esperaremos a que se amplíe el parque público mediante acuerdos con los bancos", afirmaban.