La CUP contraprograma su reforma educativa con la visita de Otegi

Durante meses, la CUP había apoyado, promovido y divulgado una Iniciativa Legislativa Popular (ILP), impulsada por 160 entidades, cuya finalidad es reformar la Ley de Educación de Cataluña para blindar la escuela pública y suprimir las subvenciones a colegios que segregan por sexo.

Sin embargo, la propia CUP contraprogramó ayer el debate sobre esta propuesta, que había reunido más 66.000 firmas –16.000 más de las que necesitaba oficialmente para ser tramitada--, con la visita de Arnaldo Otegi.

Polémica presencia

La presencia del líder abertzale, invitado por la CUP a visitar el Parlamento catalán, centró toda la atención mediática y también las iras de PP, Ciudadanos y las asociaciones de víctimas del terrorismo. Tal fue la polémica suscitada, que el contenido de la sesión plenaria quedó eclipsada, incluida la intervención de la representante de los promotores de la ILP, Rosa Cañadell, que solo fue seguida por la mitad de los diputados catalanes.

En la iniciativa se abogaba por una red pública y gratuita desde la guardería hasta la universidad; la reducción progresiva de los conciertos escolares durante un período de diez años, empezando por la eliminación de las subvenciones a las escuelas de élite o que segregan por sexo; el rechazo a la gestión privada; la autonomía real de centros; la igualdad de género; la gestión democrática de las universidades públicas; el catalán como lengua vehicular de todo el sistema; condiciones laborales dignas y destinar un mínimo del 6% del PIB a la enseñanza pública.

Sin embargo, Junts pel Sí y PP impidieron que la ILP --defendida por estudiantes, familias, profesores, universitarios y plataformes vecinales-- saliera adelante. Ambas formaciones presentaron sendas enmiendas a la totalidad, que fueron aprobadas con 71 votos a favor, 35 en contra (PSC, CSQP y CUP) y 25 abstenciones (Ciudadanos).