“Un sí por el cambio” será el lema de los socialistas en esta segunda vuelta de las elecciones generales. El PSOE ha consensuado su eslogan de campaña, así como una tregua entre sus barones con la finalidad de hacer piña en torno a Pedro Sánchez, confirmado como cabeza de lista en la ejecutiva federal celebrada hoy en Móstoles (Madrid), en la que también se han cerrado las listas electorales y el programa del partido.
Ejemplo de esa voluntad de unidad ha sido la elección de la líder andaluza, Susana Díaz, como presentadora del acto posterior a la reunión de la cúpula socialista. Díaz ha asegurado que la fortaleza del PSOE es esa cohesión y ha asegurado que el partido sale a ganar las elecciones.
Por su parte, Pedro Sánchez ha dicho que “tenemos una cita con la historia para acercar a España a la justicia social, a la igualdad. Tenemos la oportunidad de decir sí al cambio”, ha dicho en su intervención, que ha planteado el 26J como un "referéndum" para propiciar esa renovación. “Nos presentamos con el orgullo de lo que pudo ser y es, la ilusión por la victoria el 26J, las conquistas sociales logradas. Estoy convencido de que el cambio va a llegar”.
Guiño a Adolfo Suárez
Tras resumir sus propuestas de campaña, de las que ha destacado la abolición de la reforma laboral del PP y el impulso de una reforma constitucional de carácter federal, ha reprochado a Podemos que bloqueara el pacto de izquierdas y ha apelado a pasar página del inmovilismo de Mariano Rajoy. En este sentido, ha dicho que el PSOE es el partido de la "honradez y la intransigencia ante la corrupción". El líder socialista ha citado al expresidente Adolfo Suárez al asegurar que "puedo prometer y prometo que pondré dedicación".
La renuncia de Carme Chacón a encabezar la candidatura del PSC, la espantada de Irene Lozano o la presión del presidente valenciano, Ximo Puig --gran ausente del comité federal-- para pactar con Podemos y Compromís una lista para el Senado, han enturbiado el proceso de selección socialista. Pero, tal como ocurrió en la primera vuelta de las generales, el PSOE se ha dado una tregua para evitar que el ruido que acostumbran hacer sus barones dificulte la campaña de Sánchez.