Rendición. O como dírían los británicos, surrender. El presidente catalán, Carles Puigdemont, renuncia a la independencia unilateral tras admitir que la vía de la negociación es la más beneficiosa.
Puigdemont ha pronunciado esta tarde una conferencia en la sede de la Chatham House de Londres durante su viaje institucional a Reino Unido. Un viaje que, al igual que el realizado recientemente a Bruselas, no incluye reuniones con ningún mandatario relevante, pero sí un encuentro con el exprimer ministro de Escocia, Alex Salmond, quien marcó distancias entre los procesos catalán y escocés. Según dijo, siempre es preferible una vía pactada.
Influido quizá por esas palabras, el presidente ha optado por la conciliación en su intervención. Ha calificado el proyecto independentista de Cataluña como “la revolución democrática más potente que hay actualmente en Europa”, una revolución “tranquila hecha con traje y corbata, y con camiseta”. Sin embargo, ha acusado al Gobierno español de vetar ese proceso, actitud que ha comparado con la del Ejecutivo británico, que ha permitido celebrar un referéndum sobre la independencia de Escocia.
Reuniones con dirigentes españoles
No obstante, ha descartado una declaración unilateral de independencia. En este sentido, ha explicado que para conseguir la secesión solo hay dos vías pacíficas, la vía unilateral y la vía pactada. Nosotros hemos optado de entrada por el diálogo, la negociación y el acuerdo. Es la más beneficiosa para todos y, por el contrario, la vía unilateral contiene elementos negativos e inconvenientes para todas las partes”. Por ello, ha explicado, “en las últimas semanas me he reunido con el presidente del Gobierno español en funciones, Mariano Rajoy, y con los principales líderes de los partidos políticos españoles, Pedro Sánchez y Albert Rivera”.
También ha explicado que si el Estado español ofreciera la convocatoria de un referéndum “desde Cataluña lo aceptaríamos. No nos da miedo votar y no nos da miedo el resultado. Nosotros no lo promoveremos porque no tiene sentido reiterar indefinidamente lo que hemos intentado por activa y por pasiva, sin éxito. Y, de hecho, estamos convencidos de que esta oferta no llegará. En definitiva, diálogo, todo el que sea necesario. Inacción esperando lo imposible, no”.
El convergente ha explicado que en las elecciones autonómicas del 27S, se logró una mayoría de diputados independentistas, pero "es cierto que el resultado es ajustado y no tiene la amplitud que nos hubiera gustado", por lo que "creemos que tenemos una mayoría para iniciar el proceso hacia la independencia, pero para culminarlo nos hará falta una mayoría que deberá ser más amplia".
Propuesta atractiva
“Si el Estado quiere que Cataluña siga formando parte de España debería hacer una propuesta atractiva y, sobre todo, debería intentar seducirnos. Es lo que vimos hacer al Gobierno británico”, ha dicho.
El President ha insistido en que “en el caso de Escocia, la respuesta al conflicto político abierto vino de Londres, desde el mismo Reino Unido. Desgraciadamente, mucho me temo que, en el caso catalán, eso no será así. La respuesta no vendrá de Madrid, sino que deberá venir de Europa, por la incomparecencia del Estado español”.
Reunión con Salmond
En paralelismo entre Escocia y Cataluña centró la reunión que Puigdemont mantuvo ayer con el exprimer ministro escocés, Alex Salmond, quien le recordó que la autonomía de su país tardó 66 años. Asimismo, Salmond dijo que los procesos catalán y escocés son diferentes y que es siempre preferible la vía del pacto entre gobiernos para celebrar un referéndum.