Utilizar el Parlament como escaparate en mitad de la campaña electoral. Esa es la pretensión de Junts pel Sí (JxS) y la CUP, socios de legislatura, que han hecho valer su mayoría en la Junta de Portavoces para mantener el Pleno previsto para los días 15 y 16 de junio. Estas fechas coinciden de lleno con la campaña de las elecciones generales del 26 de junio.
El empecinamiento de los independentistas en mantener el calendario previsto ha provocado una agria discusión entre los representantes parlamentarios, que acusan a estas formaciones de querer utilizar la Cámara catalana como instrumento de propaganda.
Sin precedentes
La oposición asegura que nunca se han celebrado plenos en mitad de una campaña electoral, pero la coalición formada por CDC y ERC se ha dejado arrastrar por los antisistema, que alegan la necesidad de agilizar la aprobación de la ley nueva ley de pobreza energética, que debe sustituir a la recurrida por el Gobierno del PP ante el Tribunal Constitucional.
Por ello, la portavoz parlamentaria del PSC, Eva Granados, ha sugerido avanzar el pleno a la semana anterior, tras recordar que los antisistema bloquearon la celebración del Pleno sobre pobreza con el argumento de que interfería en la campaña de las elecciones generales del 20D.
En términos similares se ha pronunciado el portavoz del PP, Santi Rodríguez, quien ha acusado a los independentistas de querer convertir el Parlament "en un plató de televisión". Ciudadanos y Catalunya Sí Que Es Pot también son partidarios de alterar el calendario de sesiones. Pero los secesionistas han mantenido su postura, por lo que la semana próxima, la Mesa del Parlament tomará una decisión definitiva.
Los promotores no acuden al 26J
Se da la circunstancia de que la CUP no se presenta a las elecciones del 26J --tampoco lo hizo el 20D--, mientras que la marca JxS no concurre como tal, pues Convergència y Esquerra se presentan por separado.
CDC ha intentado hasta el último momento convencer a los republicanos de acudir con una lista conjunta bajo la premisa que es necesario un frente común independentista. Pero ERC, que tiene buenas perspectuvas electorales y la vista puesta en una futura alianza de izquierdas, ha rechazado el envite.