El Partido Nacionalista Escocés (SNP, por sus siglas en inglés), liderado por la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha logrado la victoria en la elecciones parlamentarias regionales, aunque ha perdido la mayoría absoluta que obtuvo en los anteriores comicios.
Los resultados alejan a Escocia de un segundo referéndum, tal como habían reclamado los nacionalistas si salían fortalecidos de las urnas. En el primero, ganaron los no nacionalistas.
Seis escaños menos
Según los resultados finales difundidos por la Comisión Electoral británica, la formación nacionalista escocesa ha ganado la cita electoral con 63 escaños, seis menos de los que tenía en la anterior legislatura. El SNP ha obtenido el apoyo del 41,7% de los votantes, un 2,3 puntos menos que en 2011.
Los conservadores han sido respaldados por el 22,9% de los escoceses que han acudido a las urnas, casi 11 puntos más que en las anteriores elecciones, lo que les ha permitido aumentar en 16 el número de escaños para situarse como segunda fuerza parlamentaria, con un total de 31 representantes.
Laboristas, tercera fuerza
Los laboristas han sido superados por los conservadores y se han quedado como tercera fuerza en el Parlamento con el 19,1% de los votos, lo que supone una bajada de 7,2 puntos y de 13 representantes, quedándose con 24 asientos en la cámara legislativa. Los Verdes han obtenido seis escaños y el Partido Liberal Demócrata ha logrado cinco.
El primer ministro británico, David Cameron, ha felicitado en Twitter a la líder conservadora escocesa por su "histórico resultado" que le sitúa como la líder que "dará a Escocia una fuerte oposición". Cameron también ha hablado con Sturgeon y ambos se han cruzado felicitaciones por los respectivos resultados de sus partidos en Escocia, según Downing Street.
Más competencias
El SNP, que en las legislativas logró 56 de los 59 escaños en juego en Westminster, partía como el gran favorito de las elecciones escocesas. El nuevo Parlamento de Escocia deberá gestionar las competencias que Londres accedió a ceder tras el fallido referéndum independentista de 2014.
Sturgeon, que llegó a ministra principal precisamente tras esta consulta, avanzó antes de las elecciones que promovería un segundo referéndum si existen muestras "claras" de una mayoría independentista o si cambian "significativamente" las circunstancias, por ejemplo con la salida de Reino Unido de la Unión Europea.
Convencer, no dividir
La líder nacionalista, sin embargo, no se ha mostrado especialmente contundente durante un discurso pronunciado este viernes en Edimburgo. "En la cuestión de la independencia, el SNP siempre defenderá su posición con pasión, con paciencia y con respeto. Nuestro objetivo es convencer, no dividir", ha planteado.
Sturgeon ha defendido la "contundencia" del resultado electoral, que le da al SNP un "mandato claro e inequívoco" para seguir en el poder cuatro años más. En este sentido, ha tendido la mano a la colaboración --dependerá para algunas cuestiones de los ecologistas-- pero ha dejado claro que gobernará en solitario.