Las señales de que Ciudadanos asiste a un giro ideológico se acumulan. La formación naranja no esconde que su objetivo es ocupar la centralidad catalana abandonada por CDC. Y sus acciones parlamentarias así lo demuestran.
El pasado miércoles, la cámara catalana dio luz verde a tramitar el proyecto de ley del Libro VI del Código Civil catalán, concebido, según planteó el consejero de Justicia de la Generalitat, Carles Mundó, como una “estructura de Estado” en la hoja de ruta hacia la independencia. La enmienda a la totalidad presentada por el PP fue rechazada por 97 votos en contra (JxSí, PSC, CSQP y la CUP) y las 23 abstenciones Ciudadanos.
Contratos y obligaciones
El proyecto de ley, cuya finalidad es crear una normativa propia sobre contratos y y obligaciones, ya fue sometido a votación en la anterior legislatura, pero debido al cambio de gobierno, ha vuelto a ser tramitada en el Parlament. En aquella ocasión, C's votó en contra.
El diputado de Ciudadanos José María Espejo-Saavedra explica a Crónica Global, que los motivos por los que su grupo apoya ahora la nueva entrega del Código Civil son “entrictamente técnicos” y aunque admite que, tal como está redactado actualmente la ley, podría ser inconstitucional, está convencido de que se puede mejorar con la presentación de enmiendas en Comisión.
La Constitución reconoce la potestad de las comunidades autónomas para regular sus instituciones tradicionales mediante un códido civil propio --un ejemplo es la separación de bienes en el matrimonio que se aplica en Cataluña--, pero el redactado del libro VI, al referirse a contratos, compraventa o consumo, podría incurrir en competencias estatales.
El “sí” condicionado de C's a la ley catalana contrasta con la postura adoptada en la Comunidad Valenciana, donde los grupos parlamentarios han pedido al Gobierno español que retire el recurso presentado ante el Tribunal Constitucional (TC) durante el mandato del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, contra la tramitación del Código Civil valenciano. Ciudadanos no se sumó a esa petición, pues según Espejo-Saavedra, su partido entendió que debe ser el TC el que debe pronunciarse.
Trasvase de voto
El dirigente de C,s no esconde que la formación liderada por Inés Arrimadas en Cataluña pretende ocupar la centralidad catalana que CDC abandonó con su giro secesionista. De hecho, en las últimas contiendas electorales se ha detectado un trasvase de voto convergente a C's, una tendencia que este partido quiere aprovechar.
Históricamente, Ciudadanos ha evitado entrar en guerra de banderas, pero sí ha liderado la lucha en favor del trilingüismo frente al modelo de inmersión que defiende el Govern y que secunda el PSC. Sin embargo, C's ha dejado en un segundo plano esa reivindicación, en aras a esa OPA catalanista, pero también, tras el fallido acuerdo de investidura entre Albert Rivera y el socialista Pedro Sánchez.
Contactos con UDC
Asimismo, en los últimos meses se ha producido un acercamiento entre C's y UDC a través de los sectores juveniles de ambas formaciones. El pasado 18 de febrero, el 'cazatalentos' Luis Conde ejerció de maestro de ceremonias en la presentación de Twenty50, un think tank formado por jóvenes emprendedores y liderado por Roger Montañola, exdiputado en el Parlament.
Al acto asistió la presidenta del grupo parlamentario de C's Inés Arrimadas, acompañada de su pareja, Xavier Cima, miembro de CDC. El acercamiento del partido naranja a estas corrientes catalanistas, aunque incipiente, puede convertirse en una inversión de futuro electoral.