La Guardia Urbana nunca se ha sentido apoyada por Ada Colau. Una cuestión ideológica, afirma este cuerpo policial, que reinvidica sus 175 años de historia para criticar el "menosprecio" sufrido por parte de su alcaldesa en el 'caso Garganté'.
Así se expresa el sindicato UGT-Guardia Urbana, que ha anunciado que se presentará como acusación popular en el juicio al concejal de la CUP en Barcelona Josep Garganté, acusado de presionar a un médico para que modificara un parte de lesiones e hiciera constar que la víctima --un vendedor ambulante que sufrió una caída-- había sido agredido por la policía municipal.
"Desagradable"
Este cuerpo hubiera preferido que fuera la propia Colau la que ejerciera esa acusación, pero el respaldo esperado se ha quedado en un tibio apoyo. "Desagradable" es la palabra utilizada por la alcaldesa para describir los hechos que han dado lugar a la apertura de juicio por su presunto delito leve. El Juzgado de Instrucción número 22 de Barcelona había fijado la vista oral para el 22 de abril, pero la ha suspendido para estudiar el recurso presentado por el Ministerio Fiscal y la defensa de Garganté.
La causa se ha ampliado y también se encuentra acusada una de las personas que acompañaron al concejal y que ha podido ser identificada, se trata de Esteban Jorge Yanischevsky Lavalle.
"Guardar silencio amparándose en 'no queremos hablar para no politizar el tema por estar en sede judicial' resulta increíble. No podemos entender cómo en otros momentos no les haya importado lo más mínimo intervenir en temas de índole municipal y ahora esta situación cobre una importancia de tal magnitud que les impida salir en defensa de nuestro colectivo". Una velada alusión a la crisis de los 'manteros', en la que Colau se posicionó a favor de este colectivo, en permanente conflicto con la Guardia Urbana.