Tras una azarosa tramitación, acompañada de bronca dialéctica, el Parlamento catalán ha aprobado una moción transaccionada entre CUP y Junts pel Sí en la que se defiende la vigencia del acuerdo de ruptura de Cataluña con el resto de España del 9 de noviembre de 2015, a pesar de que esta resolución fue suspendida por el Tribunal Constitucional, tal como advierten los propios letrados de la Cámara catalana. La moción ha sido aprobada por 71 votos a favor y 52 en contra --los del PP, PSC y Ciudadanos, ya que CSQP no ha votado). Por el contrario, no ha prosperado la pretensión de la CUP de que los Mossos desobedezcan a los jueces y que los cargos electos practiquen la insumisión a las directrices de las instituciones españolas, ya que estos dos puntos no han sido apoyados por JpS.
Reunión de la Mesa
El debate se ha producido después de que PSC, PP y Ciudadanos reiteraran su rechazo a tramitar la moción. La propuesta de sacar la moción de la orden del día ha sido votada tras una nueva reunión de la Mesa del Parlament, pero ha sido rechazada con 51 diputados a favor y 71 en contra. Ya en el debate del contenido, Lluís Llach, por parte de Junts pel Sí, ha puesto el toque lírico en su defensa de una moción, transaccionada con la CUP.
Carlos Carrizosa (Ciudadanos) ha asegurado que “hoy es un día triste para el autogobierno de Cataluña” pues “el partido que un día ocupó la centralidad se pone de rodillas ante un partido antisistema”.
Ferran Pedret (PSC) ha defendido el Estado de derecho y ha asegurado que “la democracia española, aunque sea imperfecta, tiene soluciones a las aspiraciones de la ciudadanía catalana”, mientras que Joan Coscubiela (CSQP) ha acusado a Junts pel Sí de practicar los “juegos florales” como herederos del “pujolismo”. Tras recordar que su grupo votó en contra de la resolución del 9N porque “nació muerta” porque “es un pacto de supervivencia mutua que degrada al Parlament”.
Xavier García Albiol (PP) ha asegurado que la moción “es una gran mentira”.
"Estado autoritario"
Anna Gabriel (CUP) se ha reafirmado en el contenido de la moción, porque “no tenemos miedo al Estado autoritario de derecho porque tenemos razón”.
La moción inicial de la CUP pedía "no atender" la sentencia del TC sobre la resolución independentista del 9N, mientras que en la moción aprobada se habla de que el Parlament "reitera los objetivos" de la resolución, pero se evita hablar de desatender al TC. Es decir, se retira la desobediencia explícita desobediencia explícita que reclamaban los anticapitalistas.
El texto mantenía dos puntos controvertidos, pero JxSí ha votado en contra y, por tanto, no han sido aprobados. Por un lado se proponía“alentar a los cargos electos a seguir desatendiendo las peticiones de las instituciones no democráticas del Estado", y por otro se instaba al Govern a “desatender los requerimientos de la Audiencia Nacional relativos al proceso de desconexión democrático y, en consecuencia, que los Mossos no los ejecute como policía judicial".