La negativa de la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, a suspender el Pleno para decidir si se vota la moción rupturista pactada entre la CUP y Junts pel Sí, ha provocado una bronca entre los portavoces de los grupos en el inicio del Pleno. PSC, PP y Ciudadanos han solicitado que se altere el orden del día para no incluir esa moción, pero Forcadell ha dicho que, como la votación está prevista para mañana, el resto del Plenario no tiene por qué ser alterado.
El reglamento de la Cámara establece que si dos grupos parlamentario solicitan la alteración del orden del día, la Mesa tiene que valorarlo. Pero Forcadell ha invocado el articulo 81.3 de esa normativa, en la que, según ha dicho, no se especifica en qué momento de la sesión hay que proceder a la suspensión. Los tres grupos solicitantes han alegado que el Plenario, pese a estar dividido en dos días, supone una sola sesión.
Forcadell ha anunciado que esta tarde se celebrará una reunión extraordinaria de la Mesa para abordar la polémica cuestión, cuyo origen se remonta a una iniciativa de la CUP en la que se revalida la vigencia de la resolución rupturista aprobada en el Parlament el 9 de noviembre de 2015. Ayer por la tarde, Junts pel Sí transaccionó un texto con los antisistema, después de que éstos aceptaran retirar las referencias explícitas a la desobediencia a los tribunales españoles.
"Admisión condicionada"
Sin embargo, esa resolución del 9N fue suspendida por el Tribunal Constitucional, por lo que Miquel Iceta (PSC), Enric Millo (PP) y Carlos Carrizosa (C's) han pedido la palabra hoy antes de que comenzara el Pleno para reiterar su negativa a que la moción sea admitida para su debate. El portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela, no se ha pronunciado sobre esa tramitación, pero sí ha tildado de “creativa” la fórmula “admisión a trámite condicionada” que utilizó la Mesa --donde forman mayoría JpS y CUP-- para dar vía libre a la discusión de la moción.
La diputada de la CUP, Anna Gabriel, ha calificado de “esperpéntica la poca democracia de la Cámara y que prevalga lo que diga el Tribunal Constitucional, eso es lo que debería preocuparles, que la Fiscalía se meta en esto”.
“No nos dé mítines, no necesitamos lecciones de democracia”, ha respondido Carrizosa.