Filigrana parlamentaria para evitar el cisma. JxSí y la CUP han acordado presentar una moción soberanista conjunta en el pleno que empieza mañana, que suaviza la presentada previamente por los antisistema. Se trata de un texto que revalida la vigencia del acuerdo de ruptura aprobado en el Parlament el 9 de noviembre de 2015, pero del que se han retirado las referencias explícitas a la desobediencia a los tribunales. Un acuerdo que, en todo caso, fue suspendido por el Tribunal Constitucional (TC).
La iniciativa será aprobada previsiblemente el jueves, dado que ambas formaciones suman mayoría, pues la votación figura como el último punto del orden del día.
El espíritu del 9N
La moción inicial de la CUP pedía "no atender" la sentencia del TC sobre la resolución independentista del 9 de noviembre de 2015, mientras que en la moción pactada se habla de que el Parlament "reitera los objetivos" de la resolución, pero se evita hablar de desatender al TC. Es decir, se retira la desobediencia explícita desobediencia explícita que reclamaban los anticapitalistas.
El texto mantiene dos puntos controvertidos, pero JxSí ya ha avanzado que no votará a favor. Por un lado se "alienta a los cargos electos a seguir desatendiendo las peticiones de las instituciones no democráticas del Estado", y por otro se "insta al Govern a desatender los requerimientos de la Audiencia Nacional relativos al proceso de desconexión democrático y, en consecuencia, que los Mossos no los ejecute como policía judicial". Estos dos párrafos no podrán ser aprobados únicamente con los votos de la CUP.
Junts pel Sí acepta instar al Govern a que "en los presupuestos que presentará en este Parlament haya una partida presupuestaria para financiar el plan de actuación para fomentar la participación ciudadana en dicha fase preconstituyente del proceso constituyente". Todo un gesto dirigido a asociaciones como la Assemblea Nacional Catalana (ANC).
Letrados en contra
La moción de la CUP había puesto contra las cuerdas a Junts pel Sí debido a la radicalidad de un texto con el que los antisistema pretendían marcar perfil y poner el acelerador en la hoja de ruta secesionista.
A pesar de que la resolución del 9N está suspendida, pues así lo han subrayado los propios letrados de la cámara autonómica, la Mesa del Parlamento catalán ha aceptado que la moción de la CUP fuera debatida en el Pleno que comienza mañana, aunque "condicionada" a modificar contenido de la misma. PSC, PP y Ciudadanos habían solicitado a la Mesa que no aceptara tramitar ese texto.