Fueron los protagonistas de la mayor crisis vivida por el socialismo catalán. Aquel grupo de dirigentes socialistas próximos al soberanismo, que incumplieron la disciplina del partido y colocaron al PSC al borde del cisma, ocupa hoy altos cargos en el Gobierno catalán. Lo hay que han vuelto al sector privado, mientras que otros hicieron acto de contrición y siguieron en el partido.
Los díscolos del PSC han seguido caminos diferentes, pero el grueso de ellos ha logrado recolocarse tras ser fichados por Junts pel Sí, coalición independentista formada por CDC y ERC.
Los cinco rebeldes
En enero de 2013, en plena efervescencia secesionista, Àngel Ros, Marina Geli, Joan Ignasi Elena, Rocío Martínez-Sampere y Núria Ventura se negaron a votar en contra de una resolución debatida en el Parlamento catalán que pedía permiso al Estado para celebrar una consulta soberanista. El pulso de estos cinco diputados pusieron de manifiesto la falta de liderazgo de Pere Navarro y prácticamente sentenciaron su futuro al frente del PSC.
Pero el destino de cada uno de estos rebeldes ha sido muy diverso. Marina Geli, que fue consejera de Salud con el Gobierno tripartito, acaba de ser fichada como coordinadora del Centro de Estudios Sanitarios y Sociales de la Universidad de Vic (Barcelona), mientras que Joan Ignasi Elena, exalcalde de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) y fundador de la corriente crítica Avancem, ha vuelto a su despacho de abogados.
Por el contrario, Ros y Ventura volvieron al redil y siguen en el PSC: el primero es alcalde de Lleida y la segunda, alcaldesa de Ulldecona (Tarragona). También se ha mantenido vinculada a los socialistas Martínez-Sampere, que dirige la Fundación Felipe González.
Corriente crítica
Avancem reclutó a otros dos disidentes socialistas, Fabian Mohedano y Jordi del Río. Tras ser incluido en la lista de Junts pel Sí en las elecciones autonómicas del 27-S, Mohedano obtuvo escaño en el Parlament y preside el Consejo Asesor para la Reforma Horaria de la Generalitat. Jordi del Río, que fue candidato a senador por ERC en las elecciones generales del 20D pero no logró representación, es actualmente director general de Medios de Comunicación de la Generalitat.
El Gobierno catalán también ha repescado a la eurodiputada Maria Badia como directora de Relaciones Exteriores en la Consejería de Raül Romeva. En octubre de 2012, Badia dimitió como secretaria general de la delegación socialista española en el Parlamento Europeo. De esta forma ponía punto final a su relación con el PSC, que había perdido la confianza en Badia debido a su alineamiento con otros eurodiputados como el propio Romeva y Ramon Tremosa (CDC), con quienes firmó una carta en la que pedía el amparo de la UE ante las “amenazas” del Ejército español contra Cataluña.
La concesión Bruselas
Bruselas ha sido el destino de otro de los disidentes del PSC, Ernest Maragall, exconsejero de Educación con el Gobierno tripartito. El entorno del expresidente Pasqual Maragall ha sido granero de fugas famosas, como la de Toni Comín, dirigente de Ciutadans pel Canvi, y que por mediación de ERC, es actualmente consejero de Salud en el Ejecutivo de Carles Puigdemont. Pero el pionero de ese éxodo hacia el soberanismo fue Ferran Mascarell, fichado por Artur Mas como consejero de Cultura y que actualmente es el delegado de la Generalitat en Madrid.
Pero un díscolo ¿nace o se hace? El economista Germà Bel, quien fue diputado por el PSC en el Congreso entre 2000 y 2004, es actualmente diputado en el Parlament por Junts pel Sí. Hace unos días protagonizó un plante en su grupo parlamentario harto de las injerencias de cargos de CDC y ERC que no son diputados. Dolido por haber sido vetado en el área económica del vicepresidente Oriol Junqueras.