Lejos de avanzar en las estructuras de Estado prometidas, el Gobierno de Carles Puigdemont retrocede. Y lo hace en un eje básico de su hoja de ruta independentista: la diplomacia internacional. La designación de Amadeu Altafaj como delegado permanente de la Generalitat en la UE, o lo que es lo mismo, su elevación a rango de 'embajador', ha provocado la pérdida de confianza del Gobierno español, que ha reducido su intermediación entre la comunidad catalana y Bruselas.
La pérdida de peso de la representación del Govern en la capital belga se ha traducido en un rechazo más contundente a las demandas de complicidad con el proyecto secesionista realizadas por el consejero de Asuntos Exteriores, Raül Romeva.
Carta del 'minister'
La carta enviada en febrero al presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz --firmada por Romeva como 'ministro'-- en la que le pedía comprensión hacia la causa catalana no solo ha levantado ampollas entre los eurodiputados de Ciudadanos y UPyD adscritos al grupo liberal ALDE, sino que no ha obtenido respuesta hasta el momento. Fuentes del departamento de Asuntos Exteriores han asegurado a Crónica Global que el cambio de 'estatus' del delegado en Bruselas no ha modificado la agenda de Amadeu Altafaj y que las relaciones con sus interlocutores españoles y europeos son las de siempre.
Fuentes diplomáticas, por el contrario, afirman que hay un antes y un después en el fichaje de Altafaj, periodista que acredita una extraordinaria carrera diplomática. Entre 2012 y 2014 fue jefe de gabinete de Olli Rehn, vicepresidente de la UE y comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios.
Aislamiento
España está representada en Bruselas a través de su embajada en el Reino de Bélgica y mediante la Representación Permanente en la capital belga (REPER). Este organismo se encarga de coordinar la presencia que tienen las comunidades autónomas en Bruselas, al igual que hacen otros países europeos con sus territorios. Hasta ahora, Cataluña se beneficiaba de esa intermediación, pero la designación de Altafaj como 'delegado permanente' ha provocado que REPER reduzca sus invitaciones, lo que favorece el aislamiento de Cataluña en las instituciones europeas.
Altafaj representa ahora a un territorio que quiere desgajarse del resto de España --el Tribunal Constitucional ha suspendido las competencias de la Consejería de Exteriores de la Generalitat--, de ahí el rechazo de REPER. En paralelo, los mandatarios europeos no quieren inmiscuirse en los "asuntos internos" de los países de la UE, por lo que se desmarcan del proyecto secesionista. Ejemplo de ello son los nulos contactos que Romeva ha logrado, vía intermediación de su 'embajador', con los altos cargos de Europa.