En un discurso muy previsible, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha culpado al Gobierno español de la situación de pobreza existente en Cataluña y ha defendido el proceso independentista como única vía para aprobar una política social propia.
El dirigente nacionalista ha intervenido en el pleno monográfico sobre pobreza que se celebra en el Parlament, donde ha desviado la atención hacia los agravios de la Administración central, pues ha recordado el “portazo” al pacto fiscal y el déficit fiscal existente en Cataluña.
Margen para el acuerdo
Puigdemont se ha mostrado comprometido con las peticiones de Teresa Crespo, portavoz de Pobresa Zero y que le ha precedido en su discurso: “Hay margen para el acuerdo si somos capaces de movernos en la línea del realismo. No hagamos política fácil, porque provocaría una profunda decepción a quienes tienen esperanza”.
Ha admitido que hay personas que lo están pasando muy mal, por lo que es necesario un debate “crítico y profundo”. Ha defendido la gestión de su Ejecutivo, pues asegura que nunca se habían dedicado tantos recursos para estas cuestiones. En concreto, ha dicho que el 70% de los presupuestos de la Generalitat están destinados a política social, pero “tenemos una pobreza estructural, por lo que debemos atacar esa raíz, no los picos derivados de la crisis”.
Sin embargo, ha culpado al Estado de la falta de recursos financieros para afrontar la pobreza. Tras recordar el “portazo” al pacto fiscal y el déficit fiscal catalán, ha defendido el proyecto independentista: “Queremos un Estado propio para poder hacer políticas sociales propias. El proceso es un camino para dar respuestas a las necesidades sociales de los catalanes”.