El Rey no volverá a convocar a los partidos políticos, según ha informado la Casa Real en un comunicado. En teoría, el jefe del Estado tenía que iniciar una nueva ronda de contactos tras la fallida investidura de Pedro Sánchez, a quien había hecho el encargo, la semana pasada.

Sin embargo, ni el candidato del PSOE, que obtuvo el respaldo de 130 diputados --46 menos de la mayoría necesaria-- ni ningún otro tienen posibilidades de formar Gobierno.

Rajoy se ratifica

Hoy mismo Mariano Rajoy, que se considera con más derecho que cualquier otro a presidir el Gobierno por haber obtenido más escaños, ha dicho públicamente que volvería a rechazar el encargo real si Felipe VI se propusiera reunir apoyos suficientes para acudir a la investidura.

El presidente del Gobierno en funciones quiere gobernar con el apoyo del PSOE, en lo que él llama la gran coalición y en la que también podría participar Ciudadanos. Mientras los socialistas no manifiesten su voluntad de respaldar una coalición de esas características, Rajoy declinará el encargo de proponer su investidura.

Bloqueo institucional

La situación de bloqueo en que se encuentra la formación de un nuevo Ejecutivo tras las elecciones de hace dos meses ha llevado al jefe del Estado a abstenerse de dar un nuevo paso, dejando que sean los partidos los que traten de alcanzar acuerdos. Y, si los logran, ya se los presentarán.

De momento, los líderes de los cuatro partidos principales han dedicado la mañana del lunes a lanzar acusaciones al resto de las organizaciones sobre la responsabilidad en la no formación de un nuevo Gobierno.

La normativa establece que si en otros dos meses no hay pacto se convocarán elecciones de nuevo, y se celebrarán el domingo 26 de junio.