Irónico, agresivo y, sobre todo, muy crecido y bronco, el presidente en funciones, Mariano Rajoy, ha rechazado votar a favor de la investidura de Pedro Sánchez, que ha calificado de “ficticia” y resultado de una negociación “de vodevil”. Rajoy ha asumido abierta y resignadamente su papel de líder de la oposición pese a residir en la Moncloa.
Rajoy ha abierto hoy el turno de los grupos parlamentarios en la sesión de investidura que comenzó ayer con el discurso del socialista, muy duro con la gestión del líder del PP. Éste ha utilizado un tono similar, aunque plagado de insultos y descalificaciones --ha venido a llamar tontos los diputados socialistas en reiteradas ocasiones--.
Tendría que haberle imitado
Y ha anunciado su voto en contra de Sánchez “porque representa una candidatura ficticia que solo responde a intereses particulares. Usted no ha movido un dedo para formar gobierno y a lo mejor pretende que alguien se lo regale”. Rajoy ha recriminado a Pedro Sánchez no haber hecho como él, que renunció al encargo del jefe del Estado de tratar de formar Gobierno.
Ante cada pataleta de la bancada socialista, Rajoy contestaba muy condescendiente: “No se preocupen, incluso ustedes van a entenderme”.
"Los toros de Guisando"
Ha reprochado a Sánchez que distinga entre buenos y malos a la hora de apoyar una “firma histórica” entre PSOE y Ciudadanos, que comparó con “el tratado de los Toros de Guisando y que los niños estudiarán junto a los compromisos de Caspe y los pactos de la Moncloa”. Abundó en esa ironía recordando la "conjunción interplanetaria" a la que aludió la que fuera ministra de José Luis Rodríguez Zapatero, Leire Pajín, quien “asimiló la presidencia española de la UE con la investidura de Obama”.
El líder del PP ha recordado que el PSOE sacó el 20D el “peor resultado de la historia” de los socialistas y que fue Sánchez quien se ha negado al diálogo con su partido “porque no quería saber nada de mí ni de mi partido”, algo que se contradice, ha dicho, con las apelaciones a la unidad y acuerdo que hizo ayer el socialista en su discurso de investidura.
Los distintos apoyos
La gran coalición que propone Rajoy --un Gobierno presidido por el PP pactado con PSOE y Ciudadanos-- era “un acuerdo razonable, pero que tronchaba sus expectativas personales. Entonces usted descubrió la fórmula de Portugal, que le deslumbró como un espejismo”. Pero “las exigencias” de Podemos, ha añadido Rajoy, llevó al socialista a cambiar de aliado en lo que ha calificado de “vodevil” negociador “que nos ha entretenido a todos con muchas fotos”.
Considera el presidente en funciones ha dicho que rechazará este “sucedáneo de investidura” porque “no creemos en sectarismos” y “porque ha improvisado un programa poniendo y quitando”.
También ha acusado al PSOE de “arruinar a España” con su gestión --la herencia recibida-- y de presentar ahora un programa “que no se sabe si es de izquierdas o de derechas” y que pretende ser “una contrarreforma que amenaza a los intereses de los españoles.