Pedro Sánchez, en su discurso de investidura.

Pedro Sánchez, en su discurso de investidura.

Política

Sánchez: 'La peor medida acordada por PSOE y Ciudadanos es mejor que mantener a Rajoy'

El socialista asegura en su discurso de investidura que “no hay líneas rojas” y tiende la mano a los partidos de la izquierda para avanzar hacia el cambio

1 marzo, 2016 17:36

“Hasta la peor medida acordada entre PSOE y Ciudadanos es mejor que mantener al señor Rajoy al frente del Gobierno”, ha asegurado Pedro Sánchez en su discurso de investidura, donde las palabras “acuerdo” y “diálogo” se han repetido frecuentemente con la finalidad de recabar los apoyos de la izquierda que ahora no tiene para ser nombrado presidente.

Sánchez ha pronunciado su discurso, interrumpido en varias ocasiones por los abucheos procedentes de la bancada del PP, como arranque de una sesión que tendrá continuidad mañana con la intervención de los grupos parlamentarios y las votaciones. El socialista solo cuenta con el aval de Ciudadanos, por lo que habrá segunda vuelta este viernes.

Oferta PSOE a Compromís.Oferta PSOE a Comú Podem.Oferta PSOE a Izquierda Unida - UP.Oferta PSOE a Marea.Oferta PSOE a Podemos.Acuerdo de Gobierno 2016.

Adiós al absolutismo 

“Es tiempo de diálogo y de cambio. Los españoles esperan de nosotros investir un nuevo presidente, que no se celebren nuevas elecciones. Salir de esta sesión sin acuerdo significaría que no hemos cumplido con los encomendado. Que no somos la solución”, ha dicho el líder del PSOE en su intervención, que ha durado algo más de hora y media.

Ha recordado que Mariano Rajoy declinó el encargo de formar Gobierno, por lo que “si estamos aquí es que entendí el encargo del jefe del Estado como un mandato”. “Se trata de mantener el bloqueo o asumir una responsabilidad”, ha advertido Sánchez, quien ha abogado por pasar página del “absolutismo” que, en su opinión, ha impuesto Rajoy con su mayoría absoluta durante cuatro años, para pasar a “la ilusión por el cambio”.

“Necesitamos ceder para sumar. Necesitamos avanzar. Algunos cambios pueden hacerse a velocidad de vértigo y, en lo que discrepamos, tardaremos más, pero señorías, avancemos”, ha propuesto en su intervención, en la que ha reiterado que es posible comenzar el cambio "a partir de la próxima semana".

Guiño al PP 

Ha defendido la legitimidad de querer formar gobierno a pesar de no representar a la formación más votada en las elecciones generales del 20 de diciembre. No obstante, “no olvidamos a los votantes del PP. Nuestra voluntad es la de tender la mano al PP para lograr grandes acuerdos. Esperamos, señor Rajoy, que ustedes actúen con la misma lealtad que ha demostrado el PSOE cuando ha sido oposición”. Sin embargo, rechaza una gran coalición presidida por los populares.

El dirigente socialista ha asegurado que en su partido “no tenemos líneas rojas, tan solo firmes convicciones. No ofrezco un Gobierno contra todos, sino aliado con todos los que quieren el cambio”. No pretende, dice, que las fuerzas progresistas apoyen su programa al cien por ciento. “Diálogo y colaboración --ha añadido-- deben ser obligación”.

Ha reprochado al presidente en funciones que, con la excusa de que “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, miles de ciudadanos han sufrido recortes.

“Soberbia y escapismo”

“Tenemos la posibilidad de erradicar el discurso del miedo y el insulto, podemos abrir un período de tolerancia”, ha afirmado, frente a la “soberbia y el escapismo del Gobierno saliente”.

Sánchez es consciente de que no tiene la mayoría para gobernar en solitario y que no puede imponer su programa electoral, pero está dispuesto a defenderlo con firmeza. “Comprometernos con una causa común, que es España, es nuestra obligación. Defender la diversidad dentro de la igualdad entre todos los españoles”, ha manifestado.

Pedro Sánchez está convencido de que ese anhelo puede ser compartido por Podemos, IU o Compromís, por lo que ha invitado a esas fuerzas a votar a favor “de lo que nos une” y abandonar el “debate de las sillas”. El secretario general del PSOE cree que es posible “hacer el puzzle” porque “es necesario un mestizaje ideológico, porque enriquece, mientras que la imposición empequeñece”. Esa es la esencia, ha dicho, del acuerdo firmado con el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a quien ha agradecido su apoyo. “Hasta la peor medida acordada entre PSOE y Ciudadanos es mejor que mantener al señor Rajoy al frente del Gobierno”. “Los maestros de la cocina enseñan que la excelencia de un plato es la variedad y fusión de sus ingredientes”, según Pedro Sánchez.

Cataluña

Empleo, regeneración democrática, lucha contra la corrupción, reforma de la ley de educación, el papel de España en el mundo y resolver la crisis de convivencia que se sufren Cataluña son los ejes de esa voluntad de cambio y de entendimiento, ha indicado el candidato a la investidura. En su discurso, se ha saltado la parte referida a la supresión de las diputaciones, un asunto que siempre ha defendido Ciudadanos, pero que crea polémica dentro del PSOE.

Respecto al caso catalán, asegura que cambiará las relaciones entre el Gobierno español y la Generalitat activando las comisiones bilaterales, que no se reúnen desde julio 2011.

"Respetamos a la sociedad catalana, su lengua y su cultura, por eso nos duele su desconexión con el proyecto común. Ha habido motivos para el desencuentro entre unos y otros. Pero nos une la vida, la patria es el sentimiento de cada uno, pero otra cosa es la ley. Yo estoy comprometido con la Constitución y la ley". Su reforma constitucional de carácter federal incluye, al respecto, la definición de las competencias de las comunidades autónomas y definir las bases del sistema de financiaciación.

Y en un guiño claro a la izquierda, se ha comprometido a cerrar las centrales nucleares, eliminar el fracking, revertir los recortes del estado del bienestar, introducir en la reforma constitucional los derechos sociales, impulsar un plan de emergencia social, revitalizar la ley de memoria histórica y eliminar los aspectos regresivos de la ley de seguridad ciudadana.

Esta dispuesto a renegociar con Bruselas el límite del déficit público, elevar los impuestos para aumentar la capacidad recaudatoria del Estado y derogar la reforma laboral del PP.