Más de un millar de personas --1.300 según la Guardia Urbana y unas 2.000 según la organización-- han participado este sábado en la Marcha Europea de las Personas Refugiadas que se ha celebrado en Barcelona para pedir una Europa más "humana y solidaria".

La protesta se ha iniciado ante la sede de la Comisión Europea y ha terminado ante la Delegación del Gobierno en Cataluña para exigir a los estados vías seguras para los refugiados, ante el incumplimiento y la obstaculización del derecho internacional de protección para las personas.

La marcha, de alcance europeo, ha subrayado que los gobiernos europeos tienen la "responsabilidad y capacidad" de responder ante la gran violación de los derechos humanos que ocurre en el viaje de los refugiados hacia Europa y dentro del continente.

Colau coincide con ICV, ERC y la CUP

Se ha reclamado que se evite que las personas refugiadas se sientan obligadas a recurrir a redes de tráfico de personas para acceder a Europa; mantener abiertas las fronteras internas del espacio Schengen; que no se cuestione el derecho de los refugiados a mantener sus posesiones, y que se ofrezca protección "inmediata" a los menores refugiados.

A la concentración han asistido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el eurodiputado de ICV, Ernest Urtasun; el exsecretario general de ICV Joan Herrera; el secretario nacional de ciudadanía e inmigración de ERC, Oriol Amorós; la diputada de la CUP Gabriela Serra, y el concejal de la CUP en el Ayuntamiento de Barcelona Josep Garganté, entre otros.