"Nunca he sido comisionista de nada, absolutamente no". Así se ha expresado este viernes Iñaki Urdangarin, esposo de la infanta Cristina y principal imputado en el caso Nóos, que ha sido interrogado por el fiscal Pedro Horrach, en la décimo segunda sesión de la vista oral de esta megaproceso por presunta corrupción.
Urdangarin, no obstante, sí ha admitido lo que como mínimo sería una irregularidad en su sociedad Aizoon: ésta tenía empleados ficticios.
"Había empleados que no he conocido que supongo que eran para llegar a estos números y baremos fiscales. Los he descubierto en este procedimiento y realmente no les he conocido", ha admitido Urdangarin en el interrogatorio. El acusado ha querido quitarse la responsabilidad sobre estos posibles empleos fantasma, que ha descargado en su asesor Miguel Tejeiro. "Yo me dedicaba a lo que me dedicaba, tenía a unos asesores con estos temas", ha señalado.
Descarga responsabilidades
La misma línea ha seguido Urdangarin en cuanto a presuntas irregularidades en el Instituto Nóos, epicentro del caso. Preguntado por quién elaboraba las facturas de Nóos, ha respondido: "Entiendo que nuestro equipo de asesores".
Sobre la adjudicación a Nóos, por un total de 300.000 euros, de la gestión del proyecto de la oficina del equipo ciclista Banesto-Illes Balears, Urdangarin ha negado que fuera "un peaje, una comisión de ningún tipo".
A la vez, ha mostrado desconocimiento de los detalles. Ha dicho no reconocer su firma en un presupuesto en relación al equipo ciclista, y ha manifestado desconocimiento sobre quién acordó el trato. "No lo sé, entiendo que sería el encargado del proyecto ciclista", ha declarado.