En un acto cargado de solemnidad, Albert Rivera y Pedro Sánchez han firmado su acuerdo en la sala Constitucional del Congreso tras recibir el aval de sus respectivas ejecutivas.
En base a este pacto, el líder socialista acepta los cinco puntos para un reforma constitucional exprés que le había propuesto el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, como condiciones imprescindibles para darle su apoyo en la investidura.
Tras la firma, que Albert Rivera ha asegurado que no descarta formar parte del futuro Gobierno presidido por Pedro Sánchez. Ha recordado el esfuerzo que se hizo para aprobar la Constitución de 1978. “Ahora hay que hacer un esfuerzo, ha habido valentía para poner encima de la mesa lo que nos une, no lo que nos separa”.
Asegura que se trata de un documento --de 66 páginas-- perfectamente asumible por todos los españoles “como se hizo en la transición”. Rivera ha recordado, en este sentido, la figura de Adolfo Suárez. “Este es un acuerdo de gobierno entre constitucionalistas. Porque la Constitución hay que cumplirla, pero también renovarla”, protegiendo, no obstante, la unidad de España y la igualdad.
Igualdad entre los españoles
“Nadie desde este Gobierno puede romper la convivencia, que no es negociable, porque en la transición, los españoles decidieron dejar de ser enemigos para ser compatriotas”, ha advertido a Podemos, formación que defiende un referéndum en Cataluña. La igualdad entre los españoles, la defensa de una economía productiva y evitar nuevas subidas de impuestos son medidas que, según Rivera, podría suscribir el PP.
Ha asegurado que “la mayoría de los españoles quieren soluciones y que el Gobierno se ponga en marcha”. De ahí que ambas partes hayan acordado medidas que garantizan la “mejora de las condiciones laborales, la igualdad en el acceso a la sanidad, y, sobre todo, una nueva economía donde se dé prioridad a la innovación y la investigación, donde el marco laboral no sea un impedimento, sino que empresas y trabajadores favorezcan un sistema competitivo. Vamos a poner en marcha una reforma profunda de las autónomos, porque hay muchos que no pueden llegar a fin de mes”. Las clases medias trabajadores, ha añadido, “pueden estar tranquilas, no habrá más presión fiscal”.
El documento contempla “un acuerdo de estabilidad presupuestaria y de legítima negociación para cumplir con Europa y también con los españoles”, ha dicho Rivera, tras insistir en la necesidad de negociar la flexibilidad del déficit. En cuanto a la lucha contra la corrupción, hay novedades, ya que según el líder de la formación naranja, nunca antes se había priorizado la regeneración democrática, que pasa por la supresión de los privilegios y los aforamientos.
Acuerdo histórico
Por su parte, Pedro Sánchez ha calificado el acuerdo “como el primer paso para que se produzca el cambio de Gobierno. Cuando hay voluntad de cambio hay voluntad de acuerdo. Y este caso, lo que se persigue es el bien común”. El socialista cree que “hay que sustituir el verbo vetar por el de abrazar. Aquí no ha cedido nadie, porque lo que queremos es que ganen los españoles”.
“No han entendido nada quienes dicen que este acuerdo no suma, es un acuerdo histórico porque propone soluciones al atasco actual. Suma porque cumplimos con el mandato de los ciudadanos de llegar a un acuerdo. No excluye. Es un acuerdo abierto. Es un éxito que espero que sea el primero de otros muchos pasos para que España tenga un Gobierno progresista en las próximas semanas”, ha manifestado el candidato a la investidura.
Ha invitado a las formaciones de izquierda y derecha a sumarse al pacto. “Si hay quien considera que este no es un acuerdo de izquierdas, que lo demuestre, quien se presenta a la investidura es un candidato de izquierdas”, ha dicho en velada alusión a Podemos. Se trata, ha añadido, de un acuerdo “que no tiene fecha de caducidad. Hemos hablado de soluciones, no de sillones. Me gustaría que otras fuerzas siguieran ese ejemplo”.
Ha subrayado algunos ejes del acuerdo, entre ellos la derogación de la reforma laboral del PP, la subida del salario mínimo interprofesional y la reforma fiscal para garantizar la redistribución de los ingresos y gravar las grandes fortunas. En este sentido, se ha comprometido a modificar el impuesto de sociedad y no subir el IRPF. Sánchez ha subrayado la necesidad de un plan de choque social que atienda a 700.000 familias que no tienen ninguna ayuda y erradique los desahucios.
Más partidos
Ambas organizaciones se comprometen a un programa de gobierno que los dos líderes se disponen a explicar los pormenores del pacto más allá de la reforma constitucional exprés. Tanto el PSOE como Ciudadanos tratarán de atraer a otros partidos para que se sumen a sus acuerdos.
La estrategia de pactos del líder socialista será sometida a la votación de la militancia el próximo sábado. La pregunta, ambigua, reza así: “El PSOE ha llegado y propuesto acuerdos con diferentes fuerzas políticas para dar apoyo a la investidura de Pedro Sánchez a la presidencia del Gobierno. ¿Das apoyo a estos acuerdos para conformar un gobierno progresista y reformista?”. El resultado no será vinculante.