Mariano Rajoy y Pedro Sánchez han despachado su reunión en apenas media hora. No hubo encaje de manos en público, y sí mucha hostilidad entre ambos dirigentes, que eligieron un terreno neutral para abordar su encuentro: la antesala del comedor de la presidencia del Congreso. Puro trámite.
El líder del PP, el primero en comparecer ante los medios de comunicación, ha insistido en su propuesta de gran coalición liderada por la fuerza más votada --el PP--, apoyada por PSOE y Ciudadanos. Rajoy insiste en ser presidente, pero no renuncia a la investidura, a pesar de que el Rey propuso la formación de Gobierno al secretario general del PSOE después de que él declinara el encargo de tratar de sumar una mayoría parlamentaria.
La independencia de Cataluña
“No se trata solo de pasar una investidura, sino de formar un Gobierno donde haya coincidencia en temas mollares como por ejemplo la economía, que hay que tomarse en serio porque se ha hecho un gran esfuerzo, y lo que está ocurriendo en Cataluña”. Se ha referido a la advertencia que hizo ayer el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, a los cónsules, respecto a la futura independencia de Cataluña.
No obstante, Rajoy ha explicado que el grueso de la conversación ha girado en torno a temas europeos, concretamente sobre el Consejo de Europeo que se celebrará la semana próxima, donde se abordará la cuestión británica, la ayuda a los refugiados y la estabilidad presupuestaria. En este sentido, no ha descartado hablar con la UE sobre la renegociación del límite del déficit, como propone el PSOE.
Pactos de Estado
Sánchez se ha comprometido a mantener los pactos de Estado actuales referentes a la lucha contra terrorismo y unidad de España. El socialista se ha referido a la reforma constitucional aunque, según Rajoy, sin concretar.
Pedro Sánchez, por su parte, utilizando en un tono mucho más elegante, ha calificado la reunión de “útil”. Le ha explicado al PP su deseo de formar un Gobierno de cambio, tras recordarle que, cuando el PSOE estaba en la oposición, siempre ha demostrado su lealtad institucional en cuestiones como la lucha contra el terrorismo. Además, ha tratado de justificar el desplante de Rajoy, que le ha negado el saludo, atribuyéndolo a un despiste porque "estaba mirando a las cámaras".
Dede su punto de vista, cualquier reforma constitucional que se lleve a cabo debe contar con el apoyo del PP. “Se debe acabar con la estrategia del miedo sobre un futuro Gobierno del PSOE”, ha manifestado.
No con el PP
Respecto a la propuesta “a tres” entre PP, PSOE y Ciudadanos, Sánchez ha recordado que siempre ha rechazado participar en un Gobierno del PP. Y ha aconsejado a los populares que emprendan el camino de la renovación, para los cual "lo mejor es que pasen a la oposición". El socialista confía en poder someterse a la investidura a final de mes y formar un Gobierno "transversal" en el que piensa incorporar a independientes.
Sánchez ha restado importancia a la imagen de Rajoy negándole el encaje de manos, pues, según ha asegurado, sí se ha producido en privado.