Hace cinco años que Maria Àngels Casanovas ayuda a los políticos catalanes a focalizar sus objetivos sin dejarse dominar por sus agendas infernales. Según explica, la política puede ser “muy estresante o muy excitante”, y estos profesionales deben encontrar “tiempo para sí mismos, sin sentirse culpables”. Entre sus clientes se encuentra el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, quien la ha contratado como coaching corporativa de su partido. Se debe al secreto profesional, pero comparte con Crónica Global sus experiencias con políticos que han sido cabezas de lista, tanto en formaciones independentistas como de izquierdas o unionistas. Confiesa que ella también tiene un coach.
-- ¿Qué lleva a un político a necesitar un proceso de coaching?
-- Nadie necesita coaching. No es una necesidad, es una estrategia que nos ayuda a atender conscientemente nuestras necesidades esenciales. Lo que necesitamos es centrarnos y atenderlas mejor. Todo lo que te lleve hacia ahí sí es necesrio. Si ves con claridad qué es lo que realmente tiene sentido para ti y desde dónde contribuyes al mundo, y conviertes todo lo que te sucede en oportunidades para conseguirlo, no necesitas coaching. Si vives persiguiendo tus sueños y has decidido, de forma radical ocuparte, en lugar de preocuparte y enfocarte en lo que realmente tiene sentido ¡no necesitas coaching! Por eso el coaching que nosotros hacemos nos ayuda, nos enfoca y nos ordena para perseguir nuestros sueños y alcanzarlo. A convertir la vida en el propio sueño de intentarlo. Yo también tengo un coach...
-- La política parece una profesión estresante, ¿lo es en comparación con otras?
-- Las personas que se dedican a la política tienen una gran necesidad de contribuir al mundo. Y contribuir, como todo, puede ser muy estresante o muy excitante. Se puede vivir como un sacrificio y con una exigencia enorme, o como lo que te da sentido y te motiva. Eso no depende de la profesión si no de la manera en que te tomas la vida. Por eso decimos que nosotros trabajamos con la persona, no con el político. Depende del nivel de consciencia de cada uno y de cómo elige tomarse la política, y claro, a lo largo de nuestra vida hay momentos para todo, todos necesitamos estar permanentemente centrándonos y decidiendo hacia dónde vamos. Sin perdernos. Pero en general, para mí, las personas que se dedican a la política, son personas muy comprometidas.
-- Tienen mucha presión...
-- Creo que los ciudadanos, en general, nos quejamos mucho y les exigimos y responsabilizamos de algo que también es cosa nuestra y que necesitamos pararnos a pensar en qué podemos contribuir nosotros también un poquito más. Creo que el político necesita tomar responsabilidad en cuanto a facilitar la vida al ciudadano, escuchando lo que toda la sociedad necesita y creando una estructura de apoyo para estar al lado cuando los ciudadanos lo necesiten, en lugar de enrollarse en ideologías y personalismos de partido.
-- ¿Qué beneficios aporta el coaching?
-- Claridad, certeza, humildad, generosidad… valores. En cuanto a acciones, apertura, cambio, poder personal, enfoque… Con el coaching encuentras lo que estas buscando. No lo que te gustaría, si no lo que necesitas para ser feliz.
-- ¿En España es habitual que los políticos recurran a los servicios de un coach?
-- Sí, yo diría que cada vez más. Por mi experiencia me atrevería a decir que son muy agradecidos y que valoran todo tipo de apoyo.
--¿Cuándo comenzaron a hacerlo? ¿Hemos aprendido de otros países?
-- No puedo saberlo, nuestro trabajo es confidencial y sólo podemos hablar de nuestros clientes con su permiso. Yo hace 5 años que trabajo con políticos de casi todos los partidos, pero seguro que no fui la primera... Lo importante es aprender, no de quién se aprende. El auténtico conocimiento sólo es posible cuando podemos estar en el momento presente, en la realidad en lugar de estar en los demás, en los datos o en nuestras razones. Para mí, lo importante no es aprender de otros países, ni que nos comparemos. Tenemos que aprender del nuestro, de quién somos y de nuestras fortalezas, de qué podemos hacer nosotros, a nuestra manera. Sólo podemos sostener lo que somos, no lo que nos gustaría ser. Aprender a ser de verdad. Aprender no es lo mismo que saber. Es "prender" y cambiar, llevarlo a la acción, incorporarlo a nuestra vida. No solo tomar conciencia, si no también llevarlo a cabo. Si algo, alguien o otros países, nos inspiran, estupendo!
-- ¿Son disciplinados? Es decir ¿hacen caso?
-- ¡No! Nunca les digo lo que tienen que hacer, se lo pregunto yo a ellos! Y entonces se hacen caso… o no. Es un aprendizaje. Si no se hacen caso será por algo, también podemos aprender de eso. Se trata de aprender a relacionarse con uno mismo, y muchas veces somos nuestro peor enemigo. El tema es ser tu mejor amigo. Y ¡claro! Su problema, con esas agendas abarrotadas, es encontrar tiempo para sí mismos. ¡Como si eso fuera egoísta! Poco a poco se dan cuenta que es todo lo contrario; y sí, se hacen caso.
-- ¿Os veis en ocasiones obligados a hacer un papel de confesor o procuráis poner distancia?
-- Cada maestrillo tiene su librillo. Para mi es imprescindible crear la confianza suficiente como para poder decir lo que uno piensa, por las dos partes… y buscar juntos, aprender juntos… crear conexión suficiente para saber que no nos equivocamos requiere cierto nivel de “intimidad” o amistad y mucha generosidad. Pero no hay que confundir las cosas, en el sentido de decirse las cosas como las ves, no como te convenga a ti o al otro y centrarse en lo que necesita la relación para llegar a puerto. Todos necesitamos momentos de confesión, o de desahogo en algún momento.
-- ¿Acuden a vosotros más mujeres que hombres?
-- Creo que no, sólo puedo hablar por mi y mis colaboradores, pero creo que más hombres. Pero no tengo datos suficientes como para saberlo. Quizás también hay más hombres que mujeres en política. No puedo aportar datos en ese sentido. Pero para el coach no es importante ni distinto, cada persona es única, completa y imperfecta. Por suerte.