Xavier Doménech durante la rueda de prensa en la que se ha ofrecido para negociar directamente con Pedro Sánchez, al margen de Pablo Iglesias.

Xavier Doménech durante la rueda de prensa en la que se ha ofrecido para negociar directamente con Pedro Sánchez, al margen de Pablo Iglesias.

Política

PP y Podemos tratan de poner contra las cuerdas a Pedro Sánchez

Los conservadores y los seguidores de Pablo Iglesias proponen que el pleno de investidura se convoque en 15 días, la mitad del tiempo solicitado por el candidato del PSOE

3 febrero, 2016 18:31

La oposición pura y dura del PSOE, el PP, y los presuntos aliados de Pedro Sánchez, Podemos, tratan de estrecharle al máximo el plazo para la investidura. Por eso se han dirigido a la presidencia del Congreso para urgir la convocatoria del pleno de la Cámara en el que el secretario general del PSOE presente su propuesta de Gobierno.

El PP y Podemos han pedido este miércoles al presidente del Congreso, el socialista Patxi López, que la sesión de investidura tenga lugar en 15 días, justo la mitad del tiempo que el propio López y también Sánchez consideraron como un plazo razonable.

Reunión protocolaria

López ha reunido al órgano de gobierno de la Cámara para darles cuenta formalmente de la decisión del Rey de proponer al líder socialista como candidato a la presidencia del Ejecutivo y para informarles de que tiene previsto convocar el pleno de investidura en aproximadamente un mes, tal y como le pidió este martes el propio Sánchez.

Sin embargo, la vicepresidenta primera de la Cámara, la popular Celia Villalobos, ha reclamado al presidente del Congreso que ese pleno arranque el martes 16 de febrero. Podemos, por su parte, no ha puesto encima de la mesa una fecha concreta, si bien ha sugerido también que esa sesión se celebre dentro de 15 días.

"No es para presionar"

Al término de la reunión, Villalobos ha explicado que su intención no es presionar a nadie, sino "que se trate a todo el mundo por igual". Según ha reseñado, tras la constitución de las Cortes Generales, el PSOE pidió que el candidato del PP, Mariano Rajoy, se sometiera a la investidura en tan solo una semana, y en cambio ahora defienden que Sánchez tenga un mes de plazo.

A su juicio, esto denota una "desigualdad" que "no es propia" del Parlamento y menos aún de su presidente, quien "se supone" que tendría que ser lo más "independiente posible". "Aunque ya ha demostrado que no lo es", ha lamentado Villalobos.

Como se sabe, Mariano Rajoy no ha llegado a establecer ningún plazo. Sencillamente ha declinado en dos ocasiones asumir la investidura.

Podemos ya lo dijo

Otra vicepresidenta del Congreso, Gloria Elizo, de Podemos, ha subrayado la necesidad de acortar el plazo de las negociaciones porque, según ha explicado a Europa Press, el partido de Pablo Iglesias ya hizo una propuesta hace 15 días sin recibir respuesta alguna por parte de los socialistas y porque considera excesivo fijarlo en un mes. Una posición que ha compartido su compañero de grupo y secretario cuarto de la Mesa, Marcelo Expósito, de En Comú.

El reglamento del Congreso no fija ningún límite temporal para la convocatoria del pleno de investidura y se limita a señalar que esa sesión se programará "una vez recibida en el Congreso la propuesta de candidato a la Presidencia del Gobierno" y que su convocatoria corresponde al presidente de la Cámara.

Los precedentes

El periodo más largo transcurrido entre la celebración de las elecciones y la sesión de investidura se registró en 1996. Aquel año los comicios tuvieron lugar el 3 de marzo, el Congreso se constituyó el día 27 de ese mes y el pleno de investidura arrancó el 3 de mayo, es decir, mediaron dos meses entre la votación y la elección de José María Aznar como presidente del Gobierno con el apoyo de CiU, PNV y Coalición Canaria.

 En esta ocasión todo indica que se va a superar ese récord, puesto que ya han pasado 45 días desde las elecciones del 20 de diciembre y Sánchez ha pedido un mes para poder cerrar acuerdos que le permitan llegar a La Moncloa, lo que situaría el Pleno de investidura en la primera semana de marzo.

En 1996 el Congreso no celebró ningún pleno antes del de investidura, pero en esta ocasión sí podría hacerlo, habida cuenta de que la mayoría de grupos parlamentarios y el propio López quieren que la actividad comience cuanto antes.