El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha tratado de desbordar por la izquierda a sus críticos dentro de la dirección del partido que quieren tener la ultima palabra en la política de pactos de Gobierno.
De esta forma, no sólo se ha comprometido a que el comité federal de los socialistas manifieste su opinión sobre las negociaciones con otras formaciones políticas, sino que ha anunciado que en caso de llegar a un acuerdo para pactar un Gobierno se consultará a los militantes.
"Luz y taquígrafos"
En la intervención de Sánchez ante el comité federal a la que han podido asistir los medios de comunicación, el secretario general ha asegurado que el proceso de negociación con el resto de las formaciones se hará "en abierto, con luz y taquígrafos".
"Que nadie se preocupe", ha afirmado Sánchez, después de garantizar que el proceso será transparente. Así, ha dicho que cualquier decisión que se pueda tomar "de negociación y de acuerdo" tendrá "todos los filtros posibles, todas las garantías" y será ratificado por el comité federal”, tal como han venido exigiendo los barones del PSOE.
"En abierto"
La alusión de Sánchez a las negociaciones “en abierto” tiene que ver con la forma en que tanto Pablo Iglesias como Mariano Rajoy le han transmitido sus propuestas. Es una forma de responder a ambos, y también a la propia dirección de su partido que le exige estar al corriente de cada movimiento.
El secretario general de Podemos le propuso un Gobierno prácticamente hecho, con una vicepresidencia y cuatro ministerios para su partido, a través de un rueda de prensa.
El presidente del Gobierno en funciones le ofreció gobiernos de coalición no sólo en la Administración central, sino en los ayuntamientos y las comunidades autónomas desde una revista con Ana Rosa Quintana en la televisión.