Jesús María Barrientos, que acaba de ser designado nuevo presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), en sustitución de Miguel Ángel Gimeno, mostró una preocupación especial –y mayor que la de su predecesor– por la situación política en Cataluña, en relación al proyecto independentista.
Hace dos semanas, cuando presentó su candidatura ante el Consejo General del Poder Judicial, Barrientos expresó que el escenario actual "no es el más idóneo" para mantener una relación fluida con las instituciones catalanas. "A nadie se le oculta la situación tras el 27-S, con una mayoría parlamentaria que el 9 de noviembre anuncia la desconexión y desobediencia", señaló entonces Barrientos.
El magistrado aludió a la resolución de "desconexión" aprobada por JxSí y la CUP en el Parlament, y señaló como especialmente "preocupante" que el ejecutivo catalán haya anunciado que "desarrollará su anuncio de ruptura" pese a que la resolución fuera anulada por el Tribunal Constitucional.
En contraste con esta preocupación de Barrientos, su antecesor en el cargo restó importancia al proyecto independentista, que cree que no llegará a llevarse a cabo, porque el Estado dispone de medios suficientes para impedirlo.