La cafetería Capuccino y el hotel Splendid, situados en la capital de Burkina Faso, Uagadugú, se han convertido este viernes por la noche en los escenarios del último gran atentado de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
Estos ataques habrían dejado en torno a una treintena de heridos, hasta que las fuerzas francesas y burkinesas han conseguido este sabádo tomar las posiciones de los terroristas atrincherados en las plantas superiores del hotel.
El Ministerio de Seguridad del país africano ha informado de que tres yihadistas --descritos oficialmente como "un árabe y dos africanos"-- han fallecido en la operación del hotel, donde yacen sin vida, según testigos, al menos una veintena de personas, que se suman a otras diez víctimas mortales en el ataque inicial al café Capuccino.
Explosivos en varias plantas
La toma del hotel ha sido particularmente lenta porque los yihadistas habían colocado explosivos en varias plantas del edificio, lo que ha dificultado el avance de las fuerzas de seguridad, según fuentes cercanas al operativo que ha puesto fin al primer gran atentado islamista del que se tiene constancia en el país.
El hotel está frecuentado por occidentales pero todavía se desconocen las nacionalidades de las víctimas. Sí se sabe que 126 rehenes han sido liberados, de los cuales 33 se encuentran recibiendo tratamiento médico con heridas de diversa consideración.