Se proyectó en tiempos del tripartito, se acabó de construir hace más dos años, pero aun no está abierta. Y sólo ahora ha entrado en fase de licitación. Es la residencia para la tercera edad y centro de día proyectada en el edificio de la antigua fábrica Alchemika, en el barrio del Camp de l'Arpa de Barcelona. Una reivindicación vecinal que ha estado parada demasiado tiempo, y que aun ahora genera polémica.
La Generalitat acabó este viernes la primera fase de la licitación de la gestión de la residencia y centro de día Alchemika, por un valor de 1,7 millones de euros durante nueve meses, y de 15,6 estimados incluyendo "eventuales prórrogas". Justo el viernes se han abiero las plicas con las ofertas técnicas para el concurso, al que se han presentado 15 empresas.
La polémica residencia se proyectó en la etapa final del segundo tripartito, en 2009, con la firma de un convenio entre la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona –entonces en manos socialistas– por valor de unos 9,9 millones de euros. El centro se empezó a construir al año siguiente, en el solar de la antigua fábrica Alchemika, donde también se construyeron una guardería, un centro de barrio, una biblioteca y otros equipamientos.
Se desatendieron los pagos
En virtud del acuerdo, el Ayuntamiento se hizo cargo de la construcción, y la Generalitat le debía abonar el coste de la residencia, el único de los equipamientos previstos de titularidad autonómica. Hasta aquí, todo perfecto. Hasta que las cosas se torcieron, coincidiendo con los problemas económicos y financieros de la Generalitat.
La obras se detuvieron en 2012, después de que la Generalitat desatendiera los pagos al consistorio, cuando apenas faltaba acondicionar el interior del recinto. En octubre de 2013, Generalitat y Ayuntamiento –para entonces, ambos gobernados por CiU– firmaron una tercera addenda al convenio, que alargaba los plazos de construcción: las obras no se reanudarían hasta 2014, y no se preveía acabarlas hasta "el primer cuatrimestre de 2015".
La Generalitat justifica el retraso por la crisis
La residencia debía haber estado finalizada mucho antes, y entidades y vecinos del barrio se han manifestado regularmente para exigir la finalización de las obras. Desde el departamento de Benestar Social justifican el retraso en las "dificultades presupuestarias" que atravesó la Generalitat en esos años. Explican que el proyecto se planeo "antes de las crisis", y las penurias económicas llegaron después.
También aseguran que la residencia estará en marcha "el primer trimestre de 2016". El anuncio de licitación, no obstante, no es tan contundente, y cubre un periodo que empieza "desde el 1 de abril de 2016.
El Ayuntamiento, que inyectó fondos para el mantenimiento de la obra mientras esta estuvo parada –en época del convergente Xavier Trias–, explica que "exigió" a la Generalitat la "apertura inmediata" del centro, y critica que ésta "no ha atendido durante años de forma prioritaria" sus compromisos al respecto.