Artur Mas lo deja todo, menos el partido. El ya ex presidente de la Generalitat ha renunciado este miércoles a su acta de diputado en el Parlament por Junts pel Sí, según ha informado la administración autonómica en un breve comunicado.
Mas ha formalizado su renuncia sólo un día después de que tomara posesión su sucesor, Carles Puigdemont, que él mismo señaló como nuevo presidente autonómico, después de cerrar in extremis las negociaciones con CUP para la investidura, el pasado sábado.
Deja de ser aforado
Con su renuncia al escaño, Mas pierde también su aforamiento, lo que lo deja a expensas de posibles causas judiciales. Tanto por los presuntos casos de corrupción del partido que preside, CDC, como por su papel en la organización de la consulta del 9N, por lo que ya está imputado.
Mas dejará de ser aforado, pero la causa del 9N previsiblemente seguirá siendo instruida por el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ya que la consejera en funciones también investigada, Irene Rigau, sigue siendo diputada de JxSí.
En este procedimiento, además de Mas y Rigau, está siendo investigada la entonces vicepresidenta del Govern, Joana Ortega; todos ellos, por supuestamente desobedecer el veto del Tribunal Constitucional (TC) a esta consulta de 2014 sobre la independencia.
Refundación de CDC
La renuncia también permite a Mas centrarse en la refundación del partido, objetivo declarado del ex president para los próximos meses.
Aunque la noticia ha causado una gran sorpresa, lo cierto es que el sábado pasado Mas dijo que aún no había decidido si seguiría como parlamentario, lo que fue acogido con excepticismo precisamente porque tiene causas judiciales pendientes. Tampoco descartó volver a presentarse a las elecciones autonómicas cuando éstas se convoquen, lo que podría ocurrir antes de año y medio.