Discurso de baja intensidad. El futuro presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que está llamado a gestionar la transición hacia la independencia de Cataluña, ha hecho una intervención vacía de ardor independentista en la que ha defendido la “soberanía parlamentaria” para impulsar ese proceso, pero también ha apelado al diálogo con el Gobierno. Ha expresado su compromiso con el acuerdo de ruptura aprobado en el Parlamento catalán, que pasa por una ley de proceso constituyente. “Prometo que me dejaré la piel”, ha asegurado.
Carles Puigdemont, el candidato sorpresa de Junts pel Sí avalado por la CUP, ha pedido perdón por la gestión del mandato de las urnas del 27S durante las últimas semanas. “No lo hemos hecho bien, hemos tardado en hacer una propuesta, hemos estado a punto de desperdiciar lo que habíamos logrado hasta ahora”, ha asegurado, tras reafirmar que se muestra fiel a la exigencia del país. “Por eso damos también las gracias a quienes no se han levantado de la mesa de negociaciones”.
"Salvar la legislatura"
Puigdemunt ha dicho que “salvar la investidura, pero no la legislatura” no hubiera garantizado ese paso de la “postautonomía a la preindependencia”. Ha agradecido la renuncia de Artur Mas, que ha sufrido “presiones y ataques inaceptables en una democracia. Tenías todo el derecho a presidir el país, tu gesto es doloroso para ti y para muchos de nosotros, pero es un gesto que explica la alegría de la investidura, más fuera que dentro”. Pero ha hecho un llamamiento a ampliar la mayoría que apoya ese mandato electoral.
El candidato ha puesto de manifiesto la necesidad de crear las estructuras necesarias para construir el nuevo Estado catalán. El control de las infraestructuras como puertos y aeropuertos, la creación de un banco público catalán, la hacienda propia, entre otros objetivos, han sido citados por el hasta ahora alcalde de Gerona, quien ha invocado el acuerdo de ruptura aprobado en la Cámara autonómica.
Se ha comprometido a que “las decisiones parlamentarias para emprender el proceso constituyente serán soberanas”, pero también ha expresado su voluntad de diálogo con el Gobierno, la UE y las instituciones internacionales.
“Son compromisos inalterables, pero es un proceso difícil”, ha dicho. “La primera prioridad es hacer de Cataluña un país más justo, culto y solidario. Un país que ofrezca más trabajo y que sea más transparente, participativo y moderno”, ha añadido en su discurso de investidura como 130 presidente de la Generalitat.