Carles Puigdemont ha sido investido presidente de la Generalitat, el 130 de su historia, con los 62 votos del grupo parlamentario de Junts pel Sí más ocho de los diez de la CUP. El candidato recibió el apoyo de 70 diputados --los 62 de JxSí y ocho de la CUP--, la abstención de otros dos --también de la CUP-- y el ‘no’ de los 63 restantes.
El pacto entre ambos sólo comprometía a los anticapitalistas a prestar el apoyo de seis de sus diputados, pero al final únicamente se han abstenido dos y el resto, hasta los 10, han votado en afirmativo.
Fue una peculiar forma de responder a Artur Mas y a su grupo por los ataques que han lanzado contra la organización en las últimas horas. De hecho, Anna Gabriel, la diputada más decididamente contraria a la candidatura de Mas, no utilizó el turno de réplica al candidato Puigdemont.
El silencio de la CUP
Gabriel fue quien habló en nombre de la CUP. Fue el único grupo parlamentario que no ha estado representado por su presidente en la sesión de investidura. La suerte de Antonio Baños, el candidato en las últimas elecciones, parece que está fuera del hemiciclo. La formación antisistema manifestó este domingo que no ha hecho ningún gesto para retractarse de su decisión de renunciar al acta de diputado.
También acaparó los flashes en la salida del hemiciclo, igual que Gabriel. A los antisitema no les gusta ser el foco de antención mediático y este domingo volvieron a demostrarlo. Tras la votación, todos los diputados de la CUP se acercaron a Mas, Puigdemont y la presidenta del hemiciclo, Carme Forcadell, les estrecharon la mano y salieron de la sala noble con el semblante serio y sin decir ni una palabra a los periodistas que les esperaban a la puerta. Algunos, como Albert Botrán o Benet Salellas, se dirigieron al grupo parlamentario. Baños se marchó solo por la puerta principal.
El aplauso a Mas
El nuevo presidente de la Generalitat había dirigido previamente unas palabras de agradecimiento a los diputados que le habían apoyado. Cuando Forcadell anunció que deberá ser el Rey quien oficialice el nombramiento se han podido oír algunos silbidos en la bancada independentista. Cesaron con las primeras notas de Els segadors, el himno oficial de Cataluña que los diputados cantaron como final épico de la sesión.
Aunque la verdadera clausura de la misma tuvo lugar en la escalinata del Parlament. Allí, los diputados de Junts pel Sí y los asesores, asistentes y otros empleados que trabajaron en el último Gobierno de Mas para despedirse del presidente número 129 de la Generalitat con un sonoro aplauso. Acompañado de su esposa, Helena Rakosnik (sus hijos también estuvieron presentes en el hemiciclo para darle apoyo), manifestó antes de despedirse de la legislatura que estaba "contento, reconfortado y confiado en que todo irá bien".
Presidente entrante y saliente
Al lado de Mas y Rakosnik, Puigdemont (también junto a su esposa) salía del Parlament como presidente. No escondió su satisfacción por pasar un trámite que a Junts pel Sí se le había atragantado durante tres meses.
¿Y ERC? Mantuvo el perfil bajo de las últimas jornadas de negociación.