La imputación de Jordi Pujol ha llegado el penúltimo día hábil antes del fin de semana más decisivo para Artur Mas, en el que la CUP deberá tomar una decisión final sobre si apoya su investidura. Los militantes cupaires ya están divididos al respecto. Y no parece que pueda decantarlos a favor de Mas que la prensa de los dos próximos días –el viernes no hay periódicos de papel– lleve a toda portada la imputación –ahora llamada investigación– del fundador de CDC.

En este sentido, la esperada decisión de la Audiencia Nacional de imputar a Pujol y a su esposa, Marta Ferrusola, se produce en el peor momento posible para los intereses de CDC y, en concreto, de Artur Mas. Y sin razones objetivas para que llegue ahora, y no dentro de una semana, un mes o dos meses. Podría haberse producido incluso antes.

Fuentes jurídicas próximas al caso explican que el auto de la Audiencia Nacional en que se imputa a Pujol está basado en los mismos hechos de otras actuaciones anteriores. Y precisan que no hay novedades que justifiquen de forma objetiva que la imputación se haya dictado –y hecho pública– justo el miércoles, más allá de la flexibilidad que tienen los jueces para manejar el timing de los procesos.

La inhibición en favor de la Audiencia no es firme

Estas mismas fuentes añaden aún otro detalle, nada trivial. En uno de los 13 autos dictados ayer por el magistrado José de la Mata, la Audiencia Nacional asume la competencia del caso que investiga la fortuna familiar de los Pujol, del cual se inhibió en su favor la titular del Juzgado de Instrucción número 31 de Barcelona.

Pero el mismo auto recuerda que la inhibición "no es firme", puesto que está recurrida –por la defensa de los Pujol–. E incluso añade que la resolución sobre este recurso tampoco será firme, ya que también es recurrible. Es decir, que el caso puede tardar todavía entre cuatro y cinco meses en salir de Barcelona, si los Pujol agotan todos los recursos posibles, tal y como parece que sucederá. Pese a lo cual la imputación se ha dictado ahora.

Sin "delito antecedente"

Las mismas fuentes recuerdan igualmente que el delito de blanqueo de capitales por el que ha sido impugnado el matrimonio Pujol necesita ir acompañado de un "delito antecedente", y que este no aparece en los autos.

Por todo ello, se percibe en el entorno jurídico que esta imputación, además de representar una "pena de telediario" para Jordi Pujol y Marta Ferrusola, servirá fundamentalmente para influir políticamente en la investidura –o, más bien, en la no investidura– de Mas. Lo que llevaría a elecciones anticipadas en Cataluña, y, previsiblemente, a una paralización definitiva del procés.