El documento que Junts pel Sí ha presentado a la CUP con la finalidad de llegar a un acuerdo definitivo sobre la investidura de Artur Mas como presidente, sienta las bases de la pretendida república catalana, previo proceso de desconexión y aprobación en referéndum de una Constitución catalana. Todo a la medida de la formación antisistema, aunque en contra del comunicado que esta formación hizo el pasado lunes, la candidatura de Mas no se toca.
En este informe de 61 páginas, se contempla la creación de un servicio de inteligencia, así como la creación de un DNI o tarjeta ciudadana de servicios (sanidad, transporte, ocio, transacciones con la administración…). “Se deberán adoptar determinadas decisiones políticas sobre cuestiones relevantes como la edad en la que será obligatorio disponer de la tarjeta”, indican, para después subrayar la creación de un pasaporte y visados, delimitar el territorio y preparar acuerdos con estados limítrofes y la adhesión al Convenio de Chicago.
Leyes de desconexión
Junts pel Sí propone la creación de un departamento de Exteriores, que luego se convertiría en “Ministerio”, así como la transformación de las actuales oficinas en el exterior en delegaciones diplomáticas y la apertura de otras 15 “embajadas”.
La aprobación de leyes de desconexión, de la hacienda pública y de la Seguridad Social se debe hacer de forma inmediata, tal como contempla el acuerdo de ruptura aprobado en el parlamentp catalán el pasado 9 de noviembre, tras el pacto alcanzado entre Junts pel Sí y la CUP. A estas leyes se añade la de transitoriedad jurídica.
Se debe regular, indican los miembros de Junts pel Sí, la gestión de los residuos nucleares y la creación de un banco público catalán. La coalición de Artur Mas defiende la elaboración de una agenda de negociación con el Gobierno español y con las instituciones europeas, y que se garantice la permanencia en la Unión Europea, propuesta que choca con las exigencias de desconexión total de la CUP.