Tras la dimisión voluntaria del embajador Gustavo de Arístegui por las supuestas comisiones millonarias que cobraba junto a su socio y diputado del PP Pedro Gómez de la Serna, las presiones para que este último presente también su dimisión se han multiplicado.

De la Serna se muestra reticente a renunciar como número dos en la candidatura por Segovia, y según informa la cadena Ser, ahora ni siquiera descuelga el teléfono cuando recibe las llamadas desde Genova que le instan a presentar su dimisión. “Ya no coge ni el teléfono”, afirman desde el partido.

El dirigente popular se ha limitado a defender su “dignidad” y ahora exige el partido que le busque una salida alternativa.

El partido, por el momento, ha decidido abrirle un expediente disciplinario, pero esto tampoco ha servido para que el político dé un paso al lado y ayude a limpiar la imagen de su partido, que tras los otros escándalos de corrupción, no quiere que este nuevo caso le prejudique electoralmente el próximo 20 de diciembre.