Soltar lastre de los casos de corrupción que afectan al partido. Este es uno de los objetivos que se ha marcado Convergència para los próximos meses. Y eso implica buscar una nueva marca. Según ha podido saber Crónica Global, el partido liderado por Artur Mas ya ha encargado a asesores especializados el diseño de un nuevo nombre para implantarlo a nivel municipal.

Se da la circunstancia de que CDC todavía mantiene pactos con Unió Democràtica de Catalunya (UDC), su socia histórica con la que antes del verano rompió a consecuencia de la deriva independentista de Mas. Ambos partidos decidieron poner fin a 37 años de vida en común. Esa decisión no se hizo extensiva a nivel municipal. Un buen ejemplo es el Ayuntamiento de Barcelona, donde conviven las dos formaciones.

Refundación

CDC ya ha hecho oficial su intención de refundarse en un congreso que tendrá lugar en marzo o en abril de 2016. La fecha depende de un posible avance electoral, en el supuesto de que, finalmente, Junts pel Sí y la CUP, no lleguen a un acuerdo sobre la investidura de Mas. Pero, faltan todavía cuatro años para que se celebren elecciones locales y Convergència no se puede permitir romper pactos municipales. De ahí que, en coherencia con esa refundación, haya acelerado la contratación de una empresa que diseñe esa nueva marca.

Como se sabe, Convergència ya quedó diluida en las elecciones autonómicas del 27 de septiembre en la coalición Junts pel Sí. Ahora, con motivo de las generales del 20-D, acude bajo el nomenclátor de Democràcia i Llibertat, en el que participan Reagrupament y es dirigentes secesionistas de UDC.