Uno de los tópicos más recurrentes del nacionalismo consiste en apelar a un supuesto maltrato sistemático de la Generalitat por parte del Gobierno --o del Estado español en general-- que habría impedido desarrollo adecuado de Cataluña en las últimas décadas.
Sin embargo, cuando algunos de los principales dirigentes autonómicos se explican en privado o en círculos pequeños, desmienten ese planteamiento y reconocen que el Estado autonómico ha permitido a Cataluña prosperar plenamente en la mayoría de los ámbitos sociales, económicos y administrativos.
Eso es lo que ha ocurrido este martes durante la presentación del Informe 2015 del Observatorio del Riesgo que, con el título ‘Ingeniería y seguridad en la Cataluña del futuro. Riesgos y oportunidades de un Estado’, ha elaborado el Instituto de Estudios de la Seguridad (IDES) --que tiene como patronos al Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña y por el Colegio de Ingenieros Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de Barcelona--.
Una evolución plenamente satisfactoria
En el acto --al que han asistido una treintena de personas, mayoritariamente ingenieros-- han intervenido, entre otros, Eugenia Doménech, directora del Servei Català de Trànsit; Carles Cots, jefe de producción de estaciones de Ferrocarrils de la Generalitat; y Mercè Rius, directora del Instituto Catalán de Energía.
Los tres ponentes han hecho un repaso sobre la evolución histórica de sus respectivos negociados y han llegado a la conclusión de que, aunque hay muchos aspectos susceptibles de mejora, su estado actual es más que satisfactorio, situándose en niveles similares o cercanos a los de los mejores estándares internacionales.
Interpelados sobre --a la vista de las intervenciones realizadas-- cuáles serían los argumentos para defender la secesión de Cataluña, los ponentes se han limitado a mostrar su convicción de que asumiendo el nivel competencial de un Estado independiente aún se podría mejorar la gestión de esos ámbitos.