Josep Antoni Duran i Lleida ha defendido su estrategia como político catalanista, término equidistante entre el independentismo y el españolismo con que algunos aprovechan para maltratarlo.
Duran se enfrenta a las elecciones generales con la ilusión renovada tras el batacazo que sufrió la formación democristiana en los comicios catalanes disfrazados de plebiscito el pasado 27 de septiembre. La solución para Cataluña que defiende Unió es “diálogo, pacto y transación”, tres aspectos que, a su juicio, han ayudado a avanzar durante siglos.
El líder de Unió asegura que su partido logrará entrar en el Congreso de los Diputados, y continúa con la tercera vía como apuesta firme y única solución a la crisis soberanista en Cataluña. Duran se muestra convencido de que esta solución intermedia es compartida por muchos catalanes del mundo empresarial y político, aunque no se atrevan a dar la cara. “Yo he dado la cara y me la han partido", asevera, justificando que él se ha mojado en una cuestión muy controvertida que provocó la histórica ruptura de su partido con su socio CDC, liderado por Artur Mas.
No descarta que la CUP invista a Mas
Duran no descarta, “a día de hoy” que finalmente Mas sea investido presidente por la CUP, pero vaticina que "será un desastre". "Una parte de Cataluña vive en esa irrealidad, lejos de la cordura política. Pero el problema no es la CUP, sino Convergència, que ha negociado dos meses con ella", explica.
En los desayunos de Fórum Europa, ha realizado una encendida defensa de la Transición “se hizo bien la Transición, con pactos y democracia” donde CiU tuvo gran importancia, representado el partido por Miquel Roca. A imitación de entonces, Catalunña y el resto de España, por agotamiento político, necesitan “recuperar el espíritu de concordia” que presidió la Transición. “Se necesita un nuevo pacto político” para recuperar el bienestar social, frenar la defección política de los ciudadanos, atajar la corrupción con una nueva norma de financiación de los partidos y frenar la recentralización, que no viene a cuento.
Del problema de Cataluña “no importa quién empezó ni de quién es la culpa”, sino lo mal que se ha llevado el tema, con “esa subasta de patriotismo” por uno y otro lado. Con la independencia “España quedaría amputada y Cataluña aislada”, por lo que considera que la declaración rupturista del pasado 9 de noviembre fue un grave error.
Blindar la "identidad catalana"
Por otra parte, sí que ha defendido “la necesidad de una disposición adicional que reconozca la identidad catalana” en las futuras negociaciones, “un blindaje al catalanismo central y centrado, a su lengua, a su cultura, a un concierto fiscal catalán y todo sometido a una consulta al pueblo catalán”.
Finalmente Duran ha afirmado que es necesaria la consulta, “aunque yo no soy independentista, los resultados hay que tenerlos en cuenta”. Ha indicado que todo se conseguirá con diálogo, con respeto mutuo, y, tendrá que ser “en el Congreso de los Diputados”. A este entendimiento todavía puede Unio prestar un gran servicio “porque Unió no es ni blanco, ni negro: es el partido de los cuadritos, de los matices”, ha asegurado Durán i Lleida, el cual sí que está convencido de que sacarán representación en el Congreso “porque los catalanes ya se han dado cuenta de nuestra rectitud y nuestro catalanismo”.