Las formaciones políticas catalanas –no independentistas– coinciden casi unánimemente en considerar la operación de refundación de CDC un simple intento de esconder los numerosos casos de presunta corrupción política en los que se ha visto salpicado el partido. Pero también una consecuencia del giro independentista, según han señalado algunos adversarios.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, ha advertido al presidente de la Generalitat y de CDC, Artur Mas, de que "por muchas siglas nuevas que se invente", no va a lograr "tapar la corrupción" de CDC. En rueda de prensa, Rivera ha tildado la operación de CDC como "descomposición de un proyecto político por banda organizada".

Según Rivera, esta disolución es consecuencia de los casos presunta de corrupción en torno a la formación. Pero cree que también ha contribuido "el abandono de la posición ideológica tradicional" del partido de Mas, que ha pasado de defender el catalanismo político dentro del ámbito democrático y constitucional a situarse "fuera de la ley, la Constitución y la democracia", según ha expresado.

Chacón ve la "sombra de la corrupción" de CDC

La candidata del PSC a las generales, Carme Chacón, ha hablado de "defunción" de CDC, y ha sostenido que las causas son "la sombra de la corrupción" y la "radicalización" del partido de Artur Mas. "Poner a Catalunya fuera de la ley y hablar abiertamente de desacato de las sentencias de los tribunales es lo que ha llevado a la defunción de CDC", ha aseverado.

La portavoz de ICV, Marta Ribas, ha considerado la operación de CDC como una "una tapadera" ante las acusaciones de corrupción. Igual que la propia candidatura del partido de Mas para las elecciones del 20D. "Democràcia i Llibertat es una tapadera del partido que tiene las quince sedes embargadas", ha interpretado la portavoz ecosocialista, en rueda de prensa".

El PP lamenta el "extremismo"

Por el PP, su vicesecretario de Comunicación, Pablo Casado, ha lamentado que Mas, se "avergüence" de las siglas de CDC. Y también ha aludido a la corrupción política, cuando ha dicho que Mas ha sido "cómplice" de las supuestas tramas corruptas "que estamos conociendo a través de los medios de comunicación en las últimas fechas".

A la vez, ha lamentado que un partido como CDC, que "siempre ha abanderado el nacionalismo dentro de la moderación", ahora haya "abrazado" las tesis "extremistas, antisistema y absolutamente retrógradas" de la CUP, partido que pide "salir del euro y de la Unión Europea", según ha subrayado.

Duran obvia la corrupción

Algo diferente ha resultado la posición de UDC. El líder de los antiguos socios de CDC, Josep Antoni Duran Lleida, ha pasado de puntillas por al asunto de la presunta corrupción. Sí ha lamentado, en cambio, que "se llame como se llame" el partido de Mas, seguirá siendo una formación que "descaradamente ha ido por la línea independentista".

Y se ha desmarcado completamente de las críticas ERC, aliada de CDC en las últimas autonómicas dentro de la candidatura de Junts pel sí. El portavoz republicano, Sergi Sabrià, se ha limitado a reclamar al futuro partido anunciado por CDC "que no pierda el compromiso con el proceso independentista".