El líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, ha reclamado a su antiguo socio de partido, CDC, que aparque el procés y analice otras opciones de coalición en el Parlament para conformar un gobierno de la Generalitat que “aplace la agenda nacional y priorice la social”.
En una entrevista en la radio pública catalana, ha asegurado que la obligación de un partido cuando anticipa elecciones es formar Ejecutivo. “Yo buscaría una mayoría alternativa que obviamente no le exija lo que le exige la CUP; yo la escucharía”, ha manifestado.
Estabilidad en Cataluña
El democristiano indica que es básico garantizar la estabilidad de Cataluña más allá de la resolución independentista que se aprobó casi como inauguración de la legislatura; lo más parecido a una declaración unilateral de independencia (DUI) según su valoración.
“Tengo la convicción de que existen personas que han votado a Junts x Sí y no pensaban que el final sería una DUI”, ha manifestado. Su análisis es que parte de los votantes de la coalición de CDC, ERC y las entidades nacionalistas buscaban forzar una negociación con el Gobierno central para negociar un cambio de estatus en Cataluña que le favoreciera especialmente en el capítulo económico. Hecho que contrasta con los elementos que se han puesto sobre la mesa en la negociación con la CUP, incluso las atribuciones de la presidencia de la Generalitat.
Resultados del 20D
Duran considera que a su antiguo socio de federación le puede salir el tiro por la culata y que esto les pasará factura en las elecciones del 20D. “Veremos en las urnas el 20 de diciembre si hay personas que dicen que aquí no querían llegar”, ha indicado.
El análisis del democristiano de la situación actual es claro: “Estoy convencido de que CDC añora a Unió cuando trata con la CUP”.
Ridículo público
En clave interna de Unió, Duran ha asegurado que es la última ocasión en que presentará su candidatura para unas elecciones generales. No ha puesto fecha a su marcha de la actividad política porque considera que existe un “problema en Cataluña que debemos resolver”.
Incluso ha ido más lejos: “Estamos en una parálisis y haciendo el ridículo”. Un torpedo en la línea de flotación del procés.