El pleno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este lunes iniciar la tramitación de las ordenanzas fiscales de 2016 gracias al voto de calidad de la alcaldesa, Ada Colau. La propuesta ha recibido 18 votos a favor, con el apoyo de los concejales de BComú (11), el PSC (4) y la CUP (3). También ha habido 18 votos en contra, por parte de CiU (10), C's (5) y el PP (3), mientras que se han abstenido los cinco representantes de ERC.
Las nuevas ordenanzas fiscales, las primeras desde 2012, contemplan un aumento en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) para pisos con un valor catastral superior a 100.000 euros. Con este incremento, pactado por BComú con el PSC, el ayuntamiento espera recaudar 27,8 millones más que en el ejercicio anterior en la recaudación del IBI.
Las críticas de la oposición
Los tres grupos que han votado a favor de las ordenanzas han considerado esta subida del IBI como "progresiva", y han destacado que sólo afecta a "los que más tienen". Desde el resto de grupos, e cambio, se ha negado esta progresividad, al señalar que la subida del IBI no va ligada a la renta familiar, como ha criticado C's. Por parte de CiU, se ha acusado al equipo de gobierno de "castigar fiscalmente a los que no son de su club". El PP ha señalado que no era necesaria la subida, porque el Ayuntamiento tiene superávit.