Los esfuerzos de Artur Mas para convencer a la CUP de que apoye su investidura como presidente de la Generalitat parecen haber sido insuficientes.
Todo apunta a que --salvo sorpresa mayúscula-- la formación antisistema mantendrá su promesa de no facilitar la reelección del líder de CDC al frente del Govern en la votación que se celebrará este martes.
Mas se pasa a las amenazas
El lunes, durante su discurso inicial en el debate de investidura, Mas elevó el tono que había mantenido en las últimas semanas, y utilizó términos más cercanos a la amenaza que la persuasión.
La cuenta atrás de los dos meses de plazo máximo establecido legalmente ya ha comenzado, y los nervios empiezan a aflorar. Así, el dirigente nacionalista advirtió a la CUP de que, si no facilitan su investidura, “el proceso” independentista “queda encallado, al menos durante un tiempo”.
La CUP no ve a nadie imprescindible
La respuesta de la CUP no se conocerá hasta las próximas horas pero, en la rueda de prensa posterior a la intervención de Mas, el diputado cupaire Albert Botran dio algunas pistas de por dónde irá.
“El proceso puede tirar adelante esté quien esté al frente. Quien esté liderándolo puede ser una persona u otra, lo importante es quien esté detrás y a los lados”, replicó.
El "propósito de enmienda ha de ir más allá"
Botran aplaudió que el discurso de Mas incluyera un “reconocimiento en parte a la lucha histórica del independentismo”, en cuanto al convencimiento de que “hay que superar el autonomismo”.
También consideró que hubo “elementos positivos en cuanto a un cierto propósito de enmienda de las políticas de austeridad” que ha estado aplicando la Generalitat de la mano de CDC. “Pero nos ha parecido insuficiente, ese propósito de enmienda ha de ir más allá”, matizó.
"Ausencia clamorosa de autocrítica por la corrupción"
Finalmente, Botran lamentó la “ausencia clamorosa e injustificada de la autocrítica necesaria en el ámbito de la corrupción”, lo que fue “decepcionante”.
Esa falta de autocrítica, añadió el diputado de la CUP, “hasta cierto punto puede afectar a la credibilidad del proceso independentista”, en insistió en que “no se puede pasar de puntillas” por esa cuestión.
Un mal negocio para CDC
Este martes terminará el debate de investidura y, probablemente, no será el último. El siguiente embate se celebraría el jueves. A medida que pasen los días, si Mas sigue sin ser capaz de persuadir a la CUP, irá ganando enteros la opción de la vicepresidenta Neus Munté, que cuenta con el visto bueno de los antisistema.
Mientras tanto, crecen las voces dentro de CDC que no ven claro el negocio de haber aceptado aprobar una resolución independentista --y su anexo con una batería de medidas sociales-- dictada por la CUP sin haber logrado nada a cambio.