El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha transmitido este martes a los consejeros su "disgusto" por filtrarse a un medio de comunicación las deliberaciones de la reunión del Consejo Ejecutivo de la semana pasada, en que el se abordó la propuesta de resolución parlamentaria independentista de JxSí y la CUP.
Lo ha explicado la vicepresidenta del Govern, Neus Munté, en la rueda de prensa tras la reunión del Consejo Ejecutivo de este martes, y ha defendido que haya "debate político" en el seno del Gobierno autonómico sobre cualquier materia, aunque sin filtraciones luego.
Conato de revuelta en el Govern
Según publicó La Vanguardia la semana pasada, varios consejeros expresaron en la reunión del Govern su desacuerdo sobre la resolución; algunos, por su contenido, y otros, por presentarse en el Parlament antes de que haya un acuerdo entre JxSí y la CUP sobre la investidura de un nuevo presidente.
Para Munté "la filtraciones son graves y no se tienen que repetir" y ha recordado que la propia ley del Govern establece que las deliberaciones del Ejecutivo son secretas, en alusión a que quien haya filtrado el contenido no está cumpliendo con la norma.
No saben quién lo filtró
La vicepresidenta autonómica ha asegurado que desconocen qué miembro del Govern habló y ha expuesto que están determinados a que no se repita: "No sé de donde han salido las filtraciones. Lo que es evidente es que hay que erradicarlas. Todo el Govern tiene que poder debatir con discreción y respeto al secreto de las deliberaciones".
El consejero de la Presidencia, Francesc Homs, habló este lunes de echar del Govern al responsable de las filtraciones, pero Munté no ha contemplado este escenario, limitándose a afirmar que el Ejecutivo "hará lo posible para que no se puedan repetir".
Munté defiende los debates en el Govern
La vicepresidenta no ha querido dar más detalles de cómo se ha tratado el asunto en el seno del Ejecutivo autonómico, alegando que sería una contradicción reclamar el secreto de las deliberaciones del Ejecutivo y, a la vez, narrar con precisión lo que ha ocurrido en la reunión de este martes.
Munté ha asegurado que el Govern no renunciará a mantener los debates que sean necesarios en cualquier materia, y ha abierto la puerta a "orientar de forma diferente" cómo se organizan estas deliberaciones, pero no ha precisado más.
"Hay partido" con la CUP
Munté he defendido que JxSí haya pactado la resolución con la CUP sin tener garantizada la investidura de Mas y la posibilidad de formar un nuevo Govern, y ha dicho que la iniciativa soberanista es algo que ambos partidos llevaban en el programa y tiene el aval de las elecciones del 27S.
La vicepresidenta ha evitado polemizar con la CUP por el hecho de que el partido de Antonio Baños haya vetado la presencia de algunos de los actuales consellers en el próximo Govern y ha abogado por "no discutir a través de los medios de comunicación".
"Yo no defiendo a dos consellers, si no todos y a cada uno de los consellers de la Generalitat", ha zanjado Munté, que ve posible un acuerdo de investidura aunque la CUP mantenga su negativa a dar sus votos para hacer a Mas presidente.
Munté ha dicho que un acuerdo con la CUP no arruinaría la imagen de centralidad que quiere proyectar el Ejecutivo autonómico, y ha insistido en que el pacto es posible: "Hay partido y mientras hay partido hay muchas posibilidades de asumir acuerdos. La alternativa no gusta a nadie y menos" a los soberanistas, ha recordado.