El presidente de la Generalitat en funciones, Artur Mas, se ha jactado este viernes de haberse reunido con el ex presidente autonómico Jordi Pujol el miércoles pasado mientras empezaban la nueva oleada de registros judiciales en el marco del caso 3%. Una operación que ha desembocado en la detención del tesorero y del ex tesorero de su partido, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), Andreu Viloca y Daniel Osàcar, respectivamente, y del director general de infraestructuras de la Generalitat, Josep Antoni Rosell, por presunta corrupción.
Durante su comparecencia ante la Diputación Permanente del Parlament y ante la sorpresa de los portavoces de los grupos de la oposición, Mas ha reconocido abiertamente que se había encontrado con Pujol: "Sí, me vi con él, y no es la primera vez que me veo con él desde que pasó lo que pasó". Es decir, la confesión pública que el ex presidente del Gobierno catalán durante 23 años confesó públicamente la existencia de fondos en Andorra ocultos al fisco.
Reproches a los partidos de la oposición
"¿Es que es un delito ver a alguien? Ustedes lo plantean de una forma como si fuese una falta, como si fuese un problema", ha reprochado Mas a los partidos de la oposición.
El tono del presidente en funciones ha incrementado al final de su justificación pública. Claramente molesto, el líder de CDC ha manifestado: "Sí, le he visto. ¿Y qué? Y le volveré a ver. ¿Dónde está el problema? ¿Tengo que explicar las conversaciones privadas que mantengo con el señor pujol? ¿O incluso políticas, si es que tengo alguna? No lo veo necesario, sinceramente".
Doble vara de medir
Mas ha atribuido la filtración de su encuentro con Pujol a "seguimientos especiales" de las "cloacas" del Estado. Y ha explicado que abandonó esa reunión en cuanto tuvo noticia de los registros que afectaban a la sede de su propio partido.
Se da la circunstancia de CDC fue especialmente duro con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, durante su comparecencia del pasado 14 de agosto en la Comisión de Interior del Congreso para dar explicaciones por haberse reunido con Rodrigo Rato, imputado por diversos delitos fiscales.
En aquella ocasión, el diputado nacionalista Feliu Guillaumes pidió la dimisión de Fernández Díaz y le tildó de franquista. Este viernes en el Parlament Mas se ha mostrado sorprendido de que la oposición le reclamaran su dimisión por el encuentro privado con Pujol en el mismo momento en que se iniciaban los registros.