La diputada del PP y presidenta de la plataforma Libres e Iguales, Cayetana Álvarez de Toledo, ha comunicado al presidente del Gobierno y de su partido, Mariano Rajoy, que no desea formar parte de su candidatura para las elecciones del 20 de diciembre.
Lo ha anunciado ella misma en un artículo en el diario El Mundo en el que explica su decisión con duras críticas a Rajoy alegando que no tiene "argumentos suficientes para defender la gestión de Rajoy" y que en los cuatro años en que el PP ha tenido mayoría absoluta "la democracia ni se ha regenerado ni se ha defendido”.
Escenario complicado para elaborar listas
Álvarez de Toledo es diputada por Madrid desde 2008 y directora del área internacional de FAES, la fundación del partido que lidera el expresidente José María Aznar. La diputada ha sido muy crítica con el Gobierno de Mariano Rajoy y en mayo llegó a pedir un "nuevo liderazgo".
Su renuncia se suma a las de Vicente Martínez-Pujalte (Murcia), Celinda Sánchez (Palencia) o Juan Manuel Albendea (Sevilla) o Andrea Fabra (Castellón), en un escenario complicado para la elaboración de las listas, por la pérdida de escaños prevista y por los ministros y altos cargos que aspiran a un puesto en el Congreso.
La amenaza de Ciudadanos
Aunque Álvarez de Toledo reconoce que Rajoy "evitó el rescate" y que la economía se ha recuperado, cree que el Gobierno "ha despreciado la política y desoído todas las alarmas", sin rectificar tras la pérdida de poder territorial y la irrupción de Ciudadanos.
En su opinión, desde mayo el PP ha vivido "una renovación cosmética, una convención sin propuestas y una campaña catalana errática", pero lo determinante ha sido la actitud de Rajoy "ante el reto separatista catalán" y su "incapacidad para erigirse en principal garante de la libertad, la igualdad y la ley".
El 9N como agravante de la crisis política
En concreto, la diputada considera que el Gobierno "abdicó de su responsabilidad" en el simulacro de consulta del 9 de noviembre de 2014 y propició una "erosión" tanto del PP como de las instituciones.
En la misma línea, lamenta que en la campaña catalana el propio Rajoy abriese --y luego cerrase-- la puerta a una reforma constitucional, así como el debate entre el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, y el líder de ERC Oriol Junqueras.
Finalmente, critica el oportunismo de la reforma del Tribunal Constitucional para sancionar a quienes incumplen sus resoluciones, después de haber minimizado como "pantomima" el 9N, y que Rajoy vacilase al responder a una pregunta sobre la pérdida de la nacionalidad española en una Cataluña independiente.