El vuelo de Malaysia Airlines MH17 fue derribado sobre el este de Ucrania por un misil de fabricación rusa Buk. Esta es la conclusión de la Junta de Seguridad Holandesa, que ha estado investigando el derribo de este avión comercial en julio del año pasado, mientras hacía el trayecto de Ámsterdam a Kuala Lumpur, y que ocasióno la muerte de los 298 pasajeros y tripulantes del aeroplano.
Según el informe de los investigadores holandeses, el accidente fue causado "por la detonación de una cabeza explosiva de tipo 9N314M lanzada desde el este de Ucrania usando un sistema de misiles Buk". El informe precisa que el misil se disparó "desde un zona de 320 kilómetros cuadrados en el este de Ucrania".
Según los investigadores holandeses, el tipo de proyectil empleado se ha determinado en base a los daños en los restos encontrados, los fragmentos encontrados entre los restos y en los cuerpos de los tripulantes, y el modo en el que el avión se desintegró. Estos datos han quedado sustentados por el contenido de las cajas negras, una de las cuales grabó un estruendo en los últimos milisegundos.
La única causa posible
El informe ha descartado otras posibles causas del siniestro, como una explosión en el interior o un misil aire-aire. "Ningún otro escenario que un misil tierra-aire Buk puede explicar esta combinación de hechos", sostiene.
Los investigadores holandeses no señala quién disparó el misil, algo que, precisan, queda "fuera" de su mandato. Se ha acusado repetidamente del accidente a las milicias prorrusas, que podrían estar utilizando armamento del ejército ruso. La empresa rusa fabricante del misil ha negado esta tesis, y afirma que se disparó desde una localidad controlada por el Gobierno de Kiev.