Los líderes de Podemos y de Izquierda Unida, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, no se consideran responsables de la ruptura de las negociaciones para aliarse ante las elecciones generales de diciembre, que se produjo ayer martes. Al contrario, ambos se han culpado mutuamente de haber finiquitado las conversaciones.

"Ayer fue un día feliz en Génova y Ferraz", ha afirmado este miércoles Iglesias, refiriéndose a las sedes nacionales de PP y PSOE. El candidato de IU para las generales ha asegurado que las negociaciones se rompieron por una decisión "unilateral" de Podemos, y cree que el único beneficiado ha sido el bipartidismo de 'populares' y socialistas.

Prácticamente lo mismo ha declarado este miércoles Iglesias, solo que echando las culpas a Garzón. El líder de Podemos ha precisado que nunca ha estado sobre la mesa una coalición IU-Podemos, sino que solo se trataba de incorporar a Garzón -y a otros- a la "lista del cambio". Ha dicho "respetar" la decisión de Garzón de no aceptar esta oferta, y ha lamentado el desenlace. "Creo que Alberto sumaría más con nosotros que siguiendo otro camino que, en cualquier caso, yo respeto", ha señalado.