La CUP ha manifestado este martes su rechazo a la imputación del presidente de la Generalitat, Artur Mas, la ex vicepresidenta del Govern Joana Ortega, y la consejera de Enseñanza, Irene Rigau, por organizar la consulta independentista del 9N --suspendida por el Tribunal Constitucional--, y ha exigido el archivo de la causa.

En un comunicado, la formación secesionista considera que las imputaciones son un "nuevo ataque contra las instituciones del país por parte de un Estado demofóbico que utiliza políticamente las instancias judiciales" para intentar doblar la voluntad del pueblo catalán.

También ha advertido de que "la desobediencia vivida el 9N será una práctica habitual a partir de ahora" por parte de las instituciones catalanas, y más aún tras el mandato expresado en las urnas el 27S.

"Estado neurótico, demofóbico, autoritario e inquisitorial"

En esa línea, el ex diputado de la CUP en el Parlament David Fernàndez ha expresado su solidaridad con Mas, Ortega y Rigau.

"Incontestablemente y en pie, mi solidaridad entera ante un Estado neurótico, demofóbico, autoritario e inquisitorial", ha manifestado en un mensaje en su perfil de Twitter.