Ataque racista en Finlandia contra los refugiados sirios que han llegado al país. Una treintena de individuos han lanzado bengalas y petardos a un autobús que trasladaba a un grupo de asilados a un centro de acogida situado en la localidad de Lahti, a unos cien kilómetros de Helsinki.

Uno de los agresores iba vestido como la secta estadounidense Ku Klux Klan, hecho que ha encendido las alarmas del país por el extremo al que llegan las posiciones racistas en el país. El Gobierno del país nórdico, encabezado por Juha Sipilä, ha condenado enérgicamente el ataque.

La policía ha detenido a dos personas. No hay ningún herido entre los 40 refugiados que viajaban en el autocar.

Abstención en el reparto de cuotas

Finlandia se abstuvo en la votación del pasado martes en la Unión Europea por el reparto de 120.000 refugiados que han llegado al continente. Sipilä fue el único que tomó esta decisión de los 28 y evitó unirse al bloque de rechazo al asilo que conforman Hungría, República Checa, Eslovaquia y Rumanía.

Según las cuotas pactadas, le toca acoger a 1.286 refugiados, lejos de los 8.023 llegarán a España, los 17.037 de Alemania o los 12.962 de Francia.