Alrededor de medio millar de personas, convocadas por la AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) del Colegio Público Gaspar de Portolà, de Balaguer (Lérida), se ha manifestado este lunes a las puertas de la escuela para exigir el desacato a una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que ordena impartir un 25% de las asignaturas en castellano en P5 y en segundo de primaria.
Durante la concentración --que ha recibido el apoyo de CDC, Unió, ERC, la CUP y el PSC-- se han podido ver esteladas y pancartas en defensa de la inmersión lingüística escolar obligatoria exclusivamente en catalán --un modelo prohibido por la justicia pese a que se sigue aplicando-- y se ha hecho un “llamamiento a la desobediencia democrática y pacífica”.
"Mirad cómo me desenvolupo en castellano"
Durante los discursos, un ex alumno del centro ha asegurado que “el sistema educativo funciona”. “Miradme a mí, cómo me desenvolupo (sic) hablando castellano sin ningún tipo de problema”, ha indicado a los asistentes desde una tribuna improvisada para la ocasión.
El padre de un alumno de P5 ha argumentado su rechazo al bilingüismo escolar porque su hijo ya sabe contar hasta diez en castellano, por lo que considera "totalmente incoherente" que se den un 25% de las clases en español.
Presiones a los padres
La reintroducción del bilingüismo --en realidad, se pasaría de impartir tres horas semanales en español a seis, de las 25 totales--, tal y como recoge la sentencia, nace de una petición de una familia para garantizar los derechos lingüístico de sus dos hijos.
La Asamblea por una Escuela Bilingüe de Cataluña (AEB) --que se ha encargado de asesorar jurídicamente a esa familia-- ha denunciado que los padres han sufrido presiones por parte de la dirección del centro y del responsable de los Servicios Territoriales de Enseñanza de la Generalitat en Lleida, Miquel Àngel Cullerés, para que renuncien a ejercer el derecho que les reconoce el TSJC, ofreciéndoles, a cambio, clases extraescolares de castellano.
El director del colegio, Samuel Llovet Prat, ha declinado hacer declaraciones a este diario, al igual que ha ocurrido con Cullerés. Y desde el departamento de prensa de Ensañanza se han limitado a negar cualquier presión a los padres en ese sentido.
Boicot al negocio familiar
Pero las intimidaciones habrían ido más allá. Según la AEB, la AMPA del colegio ha instado al resto de los padres a no llevar a sus hijos a la escuela por considerar que la sentencia les deja "marginados" al obligarles a recibir seis horas semanales en castellano.
Desde la AEB también aseguran que la dirección del colegio ha filtrado los datos de los padres a la prensa --en concreto, a medios de tendencia nacionalista--, y ya han empezado a sufrir un boicot en el pequeño negocio que regentan en dicha población.
"El día 14 ya se verá cómo se recibe a la familia"
La familia también ha recibido el acoso en las redes sociales, donde se han producido llamamientos a "hacerles bullying".
"¡No quedará así! El día 14 [inicio del curso] ya se verá cómo se recibe a la familia", ha señalado la candidata de ERC en las pasadas municipales Roser Jurado Regué.
Presiones recurrentes
No es la primera vez en los últimos meses que se producen presiones de este tipo a familias que han conseguido que los tribunales les reconozcan el derecho a una educación bilingüe para sus hijos.
En mayo pasado, cientos de personas se concentraron a las puertas de un colegio de Mataró (Barcelona) --encabezados por dirigentes y concejales de CiU, ERC, ICV y la CUP-- para exigir el desacato a otra sentencia que ordenaba impartir un 25% de las clases en castellano.